El CTA se renueva, pero las viejas costumbres no cambian y dan la victoria al Barça

Debutaba el campeón de la última liga en Son Moix y lo hacía bajo un aluvión de vítores y de aplausos por parte de la directiva del FC Barcelona. Joan Laporte llegaba a Mallorca dándose golpes en el pecho tras poder inscribir a Joan García y Marcus Rashford aprovechando una nueva lesión de otro de sus futbolistas. Los más de cuatro meses de baja de Ter Stegen permitían utilizar el 80% de su ficha para que pudiesen contar con sus dos únicas incorporaciones.

PRIMERA PARTE: UN GOL DUDOSO, UNA EXPULSIÓN Y UN ARBITRAJE DEPLORABLE

El RCD Mallorca comenzaba bien el partido, sin sufrir apenas y con la sensación de empezar la temporada con las piernas frescas. De la nada, Lamine Yamal se sacaba un centro exquisito desde la derecha. Raphinha, aprovechando la falta de concentración de su marcador, anotó el 0-1. Lo curioso es que antes del centro del nuevo '10', el balón salía por saque de banda, pero ni el colegiado ni el linier lo vieron claro. El VAR lo reviso, pero no lo vieron claro.

La grandísima polémica llegó solo unos minutos más tarde. Un disparo de Lamine Yamal dejaba KO a Raíllo en el interior del área. Munuera Montero se echaba el silbato a la boca, pero esperó a que Ferran Torres la pegase desde fuera del área para cortar el juego momentáneamente. Todo parecía claro, pero el colegiado finalmente permitió que el gol subiese al marcador. 0-2 con un jugador rival tendido en el suelo. 

Todavía hay más, y es que Morlanes acababa expulsado por una faltita a Lamine Yamal a pocos metros de la frontal del área. Era la segunda amarilla. Cierto es que solo unos minutos más tarde Munuera Montero expulsaba a Muriqi por una acción bastante peligrosa. El delantero elevó la pierna demasiado, dando en la cara a Joan García con ella. El Mallorca se quedaba con nueve jugadores en menos de 45 minutos.

Eso sí, por si os parecía poco, Raphinha hizo una entrada muy agresiva a Mateu Morey al filo del descanso. Le pudo hacer una avería seria en la rodilla, pero el árbitro solo le amonestó con amarilla.

En la segunda mitad, más allá de los cambios, no hubo partido, ni ganas de jugarlo, por parte de ningún equipo. Lamine puso el 0-3 en el descuento.