ANÁLISIS BD | Bayern de Múnich: la eterna reconstrucción
Tras la victoria ante el Baskonia en Liga Endesa, en la que los blancos no tuvieron piedad después de la dura derrota en Kazán, el Real Madrid de baloncesto vuelve a la competición europea para medirse al Bayern de Münich. Los alemanes se han renovado mucho y bien este verano, como ya viene siendo habitual en el club bávaro. Y, además, no han empezado la temporada tan mal como así lo han marcado los resultados. Es verdad que llevan 3 victorias y 4 derrotas, pero estas últimas han sido por pocos puntos de diferencia y por malas decisiones en los últimos minutos ante Maccabi, Barça o Unics.
Además, los 3 últimos partidos del Bayern se traducen en 3 victorias consecutivas, una de ellas ante el gran Olimpia Milán. Por ello, la competición por parte de los de Múnich está asegurada, tras venir de hacer su mejor temporada en la Euroliga. Aunque repetir esa presencia en playoffs de la que disfrutaron la pasada campaña parece bastante complicado ahora mismo.
Como hemos comentado anteriormente, el equipo muniqués ha sufrido bastantes cambios en el mercado estival, como viene siendo habitual durante las últimas temporada. Han realizado la friolera de nueve fichajes. A pesar de este número, que para cualquier club sería un gran hándicap, los de Múnich están muy habituados a amplios cambios en su plantilla cada verano.
En el apartado de bajas, como se intuía tras su gran temporada, el Bayern perdió a dos de los tres más destacados del equipo la pasada campaña, Baldwin, que ha venido a España para reforzar a Baskonia, y Jalen Reynolds, que se marchó a Tel Aviv.
Entre los refuerzos que más han podido reforzar al Bayern se encuentran los nombres de Walden, al que ya entrenó Trinchieri (actual entrenador del Bayern de Múnich) en el Partizan; Hilliard, un anotador que ha llegado del CSKA y ex de Baskonia; Othello Hunter, un ex jugador del Real Madrid y un ‘5’ bastante bajo de altura; y DeShawn Thomas para el puesto de ‘cuatro’.
Con esto, podemos comprobar que el Bayern tiene una plantilla profunda, con muchos jugadores fiables, pero ahora les toca construir un equipo que sea, al menos, igual de rico en cuanto a táctica como el del año pasado. Tener este apartado consolidado les hará ser sólidos para intentar pelear por los playoffs o, al menos, no estar en la zona baja.