Las cinco claves de la victoria del Real Madrid ante Olympiacos

El titulo del Real Madrid se labró con el corazón de Nocioni, el acierto de Carroll y el control psicológico de las situaciones de la final. Por su contra, el pésimo porcentaje en tiros libres lastró a un Olympiacos que fue incapaz de recurrir a su estrella debido a la gran defensa planeada por Laso sobre Spanoulis. 

 

1- El corazón de Nocioni

'El Chapu' fichó por el Real Madrid para ganar una Euroliga y lo logró. Sus 12 puntos, 7 rebotes y 2 tapones le sirvieron para ser MVP de la Final Four, pero el argentino aportó mucho más que esos guarismos al equipo blanco. Se entregó en cuerpo y alma dentro de la cancha y contagio su lucha al resto de sus compañeros. Tal y como dijo Pablo Laso en rueda de prensa: "Nocioni tiene un corazón que no le cabe en esta sala".

2- El momento Carroll

Con 40-41 a favor de Olympiacos tras un parcial de 0-11 apareció Carroll para sentenciar la final. El escolta metió 11 puntos consecutivos y lanzó al Real Madrid hacia al trono europeo. Un pistolero con rol secundario que se convirtió en la gran clave del partido. En el momento de vida o muerte, Carroll dio la gloria al club blanco. Merecido premio para un excelso jugador que sabe sacrificarse en beneficio del equipo. 

3- La defensa sobre Spanoulis

El héroe griego no hizo acto de presencia en la gran final. Frenado por la gran defensa elaborada por Laso, Spanoulis solo metió una canasta en juego y terminó con -2 de valoración. La estrella del Olympiacos no brilló en el Barclaycard Center, pero quedará para el recuerdo sus seis minutos mágicos ante el CSKA en la semifinal. 

4- El porcentaje de Olympiacos en tiros libres

Un paupérrimo 12/26 desde la línea de tiro libre dejó sin opciones a los de Sfairopoulos. Muy difícil ganar una final de Euroliga con solo un 46% de acierto. Definitivamente no era la noche de Olympiacos. Sin Spanoulis y con un Printezis discreto, solo Lojeski mantuvo a flote la nave.  

5- La cabeza del Real Madrid

El Real Madrid ganó a Olympiacos un partido perro, de lucha y brega. Se podría decir que los blancos alcanzaron el título a la griega. Fundamental que los ánimos madridistas no se vinieran abajo tras el parcial de 0-11 en el tercer cuarto. A diferencia de en Barcelona, en Madrid si funcionó la cabeza a los de Laso que no dieron por ganado el partido en ningún momento. Sin confianzas y con la lección aprendida, Olympiacos tuvo que sucumbir sin poder recurrir a la épica.