Burgui se gana el puesto
Jorge Franco llegó al Real Madrid la temporada pasada procedente del Diocesano. Burgui, como le gusta que se le conozca en honor a su pueblo Burguillos del Cerro-, pasó a estar entonces a las órdenes de José Manuel Díaz en el Real Madrid C, donde cuajó una temporada más que brillante siendo uno de los pilares del segundo filial blanco.
Burgui sorprendió a propios extraños con su capacidad tanto para desbordar y asistir como para anotar, algo que hacía a las mil maravillas desde antes de llegar a la entidad madridista. Ver al extremeño sobre el campo empezó a ser todo un lujo para el aficionado al 'C': regates, controles, cambios de ritmo, fintas... En definitiva, una calidad sobresaliente de un chico que crecía partido a partido.
Sus buenas actuaciones hicieron que Alberto Toril decidiera darle la alternativa con el Castilla en las últimas jornadas de la temporada. Y al tiempo de su debut con el primer filial, llegaría su renovación y su ascenso definitivo al conjunto dirigido por el técnico cordobés. Pero las cosas no fueron del todo bien en los primeros compases de la temporada.
Sin apenas minutos en los primeros partidos
Aunque, según el propio Burgui, Toril siempre ha confiado en él, el extremeño apenas participó en los primeros partidos. Pese a la falta de gol que mostraba el filial blanco, el cordobés no utilizaba al extremo, que solo jugó algunos minutos en el estreno castillista frente al Sporting en el Molinón. A partir de entonces, desapareció de los planes de Toril, que no volvió a contar con el extremo hasta el duelo con el eterno rival.
Revolucionó el 'Miniclásico' y marcó frente al Zaragoza
Burgui volvería a aparecer en el Miniestadi para revolucionar el partido frente al eterno rival, que se imponía al Castilla por 2-0 al término de los 45 minutos. Tras la reanudación, Toril le dio entrada y el extremeño no le falló. El '21' dejó patente su calidad en una segunda mitad en la que tuvo varias ocasiones para hacer gol. Sin embargo, la suerte no le acompañó, cosa que sí haría la semana siguiente.
Frente al Zaragoza, el técnico del Castilla le dio a Burgui plena confianza colocándole en el once titular por primera vez en toda la temporada. El extremo fue la gran sensación del partido: regates, desbordes, ocasiones y, por supuesto, gol. De sus botas llegaría por fin el tan ansiado gol que buscaban los blancos desde hacía meses. Una presentación inmejorable ante una afición que, de continuar jugando, acabará rindiéndose a un futbolista con una calidad excepcional y que está llamado a hacer grandes cosas.
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