La derrota ante el Girona deja clara una cosa: no se puede rotar
Ayer en horario matinal el Real Madrid dijo adiós definitivamente al título de Liga. Si bien en las últimas semanas parecía que el equipo de Solari iba in crescendo, la derrota frente al Girona ha supuesto todo un frenazo a las aspiraciones blancas. En el partido a priori menos complicado del tourmalet madridista, tras el cual llegaban siete días sin partido entre semana. Por ello muchos se preguntan, ¿eran necesarias las rotaciones?
Tras las victorias del Barcelona ante el Valladolid y del Atlético en Vallecas, el Real Madrid estaba obligado a ganar para no despedirse antes de tiempo de la competición doméstica, algo que ha terminado ocurriendo. Después de recibir al Girona, los jugadores tendrían una semana entera de descanso, por lo que no parece muy lógico realizar una rotación masiva en el encuentro contra los catalanes tal y como decidió Solari. Más allá de eso, no hay que olvidarlo, los suplentes no dieron la talla.
Marcelo volvió a pasar desapercibido en ataque, y en defensa sufrió durante la segunda mitad con un Portu que le comía la tostada una y otra vez, hasta convertirse en todo un dolor de muelas para el brasileño. Ceballos no aportó nada al equipo y Asensio, aunque estuvo participativo, fue impreciso en el último pase y en el disparo. Eusebio además conocía las carencias defensivas de Odriozola tras su paso por la Real Sociedad, por lo que el Girona no dudó en coger la espalda del lateral vasco. Bale y Mariano, por último, tampoco aportaron nada al equipo cuando entraron al terreno de juego.
Muchos suplentes, en definitiva, que no dieron la talla ayer. Incluso, algunos llevan gran parte de la temporada sin dar el nivel que requiere el mejor club del mundo.