Las razones por las que Gareth Bale nunca será el líder del Real Madrid

Aterrizó en el Bernabéu a finales de agosto de 2013 después de que el Real Madrid se pasara todo el verano negociando su fichaje con un casi inflexible Tottenham. El galés se convirtió en el fichaje más caro de la historia por aquel entonces: 101 millones de euros por un jugador llamado a ser sucesor de Cristiano Ronaldo. Se le atisbaba levantando el Balón de Oro en un futuro a corto-medio plazo, pero la realidad ha sido muy diferente. Cinco años y medio después, Bale ni siquiera ha estado entre los tres finalistas del Balón de Oro ningún año. Tampoco en el once ideal. 

Con la salida de Cristiano Ronaldo, muchos pensaban que el nuevo líder del Real Madrid sería Gareth Bale. Nada más lejos de la realidad. El ‘11’ comenzó la temporada a buen nivel, anotando tres goles en las tres primeras jornadas ligueras. Sin embargo, resucitaron los problemas físicos que, sumados a su falta de acierto de cara a portería, hacen que Gareth no haya celebrado un gol desde que marcara el 2-0 a la Roma (19 de septiembre). Un mes y medio sin ver puerta.

No es un líder como Cristiano, eso lo vemos todos. Por una parte le falta ambición, regularidad y carácter ganador. En el campo transmite una sensación fría, como si no fuera con él la cosa. Falla una ocasión y no se lamenta, no le da rabia (algo parecido sucede con Benzema, la indolencia), y sus lesiones son demasiado recurrentes. Por otra parte, después de casi seis años, todavía no se ha adaptado al idioma ni a la cultura española, y tampoco parece estar por la labor de hacerlo en un futuro a corto plazo.

Demasiadas losas para un Bale que ha dejado, deja, y dejará muchos destellos y golazos (la calidad está ahí), pero no es un jugador que tire del carro en momentos difíciles. Él nunca será el líder, el buque insignia del Real Madrid.