Varane, el muro de Francia
El central francés del Real Madrid se ha hecho con la titularidad y forma con Sakho una de las zagas más solidas de todo el Mundial. Desde que Deschamps cuenta con él en el once titular, los bleus encajaron su último gol frente a España en la fase de clasificación. Varane, a pesar de su tardía recuperación, logró ser incluido en la lista de 23 seleccionados para el Mundial de Brasil.
Raphael Varane vive un gran momento con la selección francesa. A pesar de su corta trayectoria en el combinado galo, ha conseguido en poco tiempo ser uno de los imprescindibles en el esquema de Didier Deschamps, lo que le ha llevado a ser uno de los titulares fijos en el eje de la zaga, formando junto con el jugador del Liverpool, Mamadou Sakho, una de las parejas más solidas y más jóvenes en el centro de la defensa de todos los equipos que participan en el Mundial de Brasil 2014, en una prueba positiva también de rejuvenecimiento de Francia.
Varane, que no ha llegado todavía a la decena de internacionalidades, ha adquirido en muy poco tiempo galones que hacen creer de él un defensa experimentado. Eso lo siente el equipo bleu con su presencia en el terreno de juego. Desde que es titular, la selección de Deschamps encajó su último gol con Varane en el campo en el Stade de France, precisamente ante España (0-1), en la fase de clasificación para el Mundial 2014, acumulando un total de 482 minutos imbatido.
La racha comenzó ante Australia en un amistoso (6-0). Se quedó sin poder jugar la ida de la repesca del Mundial, pero luego volvió para continuar con la portería a cero para los franceses, en los amistosos ante Holanda (2-0), Jamaica (8-0), y ya en el Mundial, en el buen estreno frente a Honduras (3-0), en el que el central madridista jugó de titular y cuajó una excelente actuación.
Raphael Varane, de 21 años, llegó a este Mundial con energías justas tras salir hasta hace pocas semanas del proceso de recuperación de su operación en el menisco de la rodilla derecha, el pasado mes de mayo, lo que no le impidió jugar la final de Liga de Campeones con el Real Madrid, jugando los 120 minutos. Deschamps consideró, entonces, que no era impedimento para disputar la Copa del Mundo, por lo que le incluyó finalmente entre los 23 elegidos para representar a Francia.