Bellingham y Joselu, el dúo dinámico: la crónica del Girona - Real Madrid
La victoria del Real Madrid tuvo un toque inglés y español gracias a las exhibiciones una vez más de Joselu y Jude Bellingham, pero también de Aurelien Tchouaméni, que dio una auténtica clase desde el pivote. El inicio de ambas partes fue negativa para los blancos, aunque con el paso de los minutos, los blancos recuperaron el tono y también el juego. En cuanto a lo negativo, la expulsión de Nacho en una entrada a destiempo prácticamente al final del encuentro, tensa aún más la cuerda de los defensas disponibles para la próxima jornada.
El inicio fue puro Girona, con un Real Madrid que solo corrió detrás del balón sin llegar a recuperarlo para armar su juego. De hecho, la primera ocasión la tuvieron los gerundenses con un gran centro de Miguel Gutiérrez, que remató Artem Dovbyk de cabeza sin oposición y la mandó al palo. Muchos problemas defensivos para los blancos, pues los centrocampistas madridistas no se impusieron al ritmo alto propuesto por los de Míchel. Además, Carlo Ancelotti se mostró muy enfadado, especialmente con Aurelien Tchouaméni, que no cumplió con sus labores como pivote. Y llegó el primero, obra de Joselu, quién sino. Jude Bellingham desde la banda al más puro estilo Luka Modric, lanzó un centro con el exterior que remató el delantero al centro, y Paulo Gazzaniga no pudo atajar el disparo, y se coló dentro de la portería.
EL GOL QUE APAGÓ EL INCENDIO
Un par de minutos después, Fede Valverde forzó un córner con un disparo desde fuera del área, y Toni Kroos se encargó de ponerlo como en sus mejores tiempos: a la cabeza de su compañero. Tchouaméni, colocado a la perfección, remató a la escuadra y el portero rival no pudo hacer nada pese a su estirada. Otra ocasión más, esta vez de Bellingham, que se marchó solo hacia la portería de Gazzaniga, pero su remate encontró las manoplas del guardameta, muy seguro en esta ocasión. Con la pausa de hidratación se calmó el partido, algo que le vino muy bien al Real Madrid, pues con el 0-2 a su favor, pudo esperar en su parte del campo con más tranquilidad para salir al contraataque tras recuperación.
Muy poco a reseñar en los minutos finales, pues los blancos esperaron agazapados en su campo, aunque propusieron una presión alta cuando el Girona tocaba una y otra vez entre centrales. Esto puso en ligeros problemas a Gazzaniga en más de una ocasión, pero ninguno fue del todo real. En cualquier caso, la primera parte tuvo sabor madridista con los dos goles, y los gerundenses, pese a que se revolvieron de los malos minutos con un juego que recordó al inicio del encuentro, no tuvo más ocasiones de anotar su primer tanto.
MISMA HISTORIA QUE EN LA PRIMERA PARTE
La segunda mitad tuvo el mismo guion que la primera, aunque esta vez fue Kepa quien salvó al Real Madrid tras un muy buen remate de David López, que llegó de una falta lateral muy peligrosa. Asimismo, la presión alta que caracterizó al Girona en los primeros minutos resurgió y, de nuevo, puso en problemas a los centrocampistas blancos en la salida de balón. A su vez, los blancos tuvieron un contraataque llevado por Vinicius y Bellingham en la banda derecha, pero el inglés no acertó en su pase a Joselu. Llegaron las malas noticias para los madridistas: el extremo brasileño pidió el cambio en el minuto 62. Carlo Ancelotti confirmó en rueda de prensa que jugaría lo que pudiera, así que no tiene por qué ser una recaída.
El juego gerundense se basó en un gran Aleix García, que cogió la manija local y se convirtió en el faro de su equipo. Los blancos, mientras tanto, no fueron capaces de recuperar el balón salvo en varias entradas de Eduardo Camavinga, que fue de menos a más durante el encuentro. Y llegó el gol, otra vez Bellingham, que no se cansa de ser determinante. Una recuperación en campo propio liberó a Tchouaméni por el centro, que abrió a la banda a Joselu, cuyo remate fue a las manos de Gazzaniga, aunque el rebote lo aprovechó el propio delantero para cederla de espaldas al inglés, que lanzó un derechazo imposible para el portero rival. 0-3 y encuentro controlado.
LA TRANQUILIDAD QUE OTORGA LA VENTAJA
El tercer gol, obra de Bellingham, otorgó la tranquilidad necesaria para controlar los últimos quince minutos de partido. La entrada de Dani Ceballos sirvió para ello, eso sí, pues el utrerano pidió el balón para relajar los ánimos generales. En cualquier caso, últimos diez minutos tuvieron sabor local, pero sin crear peligro por ninguna banda, pues Camavinga, junto a Valverde y Dani Carvajal cerraron todos los huecos posibles para que Miguel Gutiérrez y el entrado desde el banquillo Portu no tuvieran ninguna opción.
Carrusel de cambios para cerrar el partido: Brahim y Lucas Vázquez entraron al césped. Con más frescura y energía, los recién incorporados crearon el peligro que anteriormente no se pudo originar, y tenía pinta que los tres puntos se pintarían de blanco para ostentar el liderato. En cuanto a los minutos finales, el que demostró tener físico para rato fue Camavinga, y casi que contó por cuatro jugadores en la presión defensiva. Tras los cinco de añadido, el árbitro pitó el final y la victoria se la llevó el mejor equipo hoy, el Real Madrid. La nota negativa, eso sí, fue la expulsión de Nacho tras una entrada muy fuerte que no vino a cuento.