CRÓNICA - Real Madrid 3-2 Inter de Milán: Vinicius y Rodrygo revolucionan a los blancos
Duelo de titanes en Champions League. De hecho, el partido entre el Real Madrid y el Inter de Milán es la definición más cercana de lo que tiene que ser un partido de estas características. Ambos conjuntos con mucha presión, mucho ímpetu, a tenor de lo que se jugaba en este encuentro. Ambos estuvieron a la altura de las circunstancias, sobre todo el cuadro de Zidane, que no se dejó nada en el banco. El tridente más esperado ya está para jugar y participaron, un Valverde que ya pidió a gritos jugar en los encuentros más importantes, con permiso de Modric, y un Lucas Vázquez instalado en el lateral derecho hasta nueva orden.
Por alineación, el Inter dejaba mucho que desear, porque no estaba su delantero de moda, Romelu Lukaku. En cambio sí que estaba el siempre peligroso Arturo Vidal, Perisic, Lautaro o Barella. Los dos equipos salieron muy fuertes, en especial el Madrid, que encontró por fin la motivación real para jugar un partido. Benzema y Valverde fueron los mejores, con sendas oportunidades en los primeros minutos. Los blancos controlaron por momentos, como también lo hacían los italianos. Sin embargo, la ocasión más clara fue la de Valverde a un disparo con bote tras una dejada de Benzema. El balón muerto pedía un golpeo fuerte y el charrúa lo hizo, con un resultado no tan bueno. El Madrid merecía más y el gol no tardó en llegar, cuando Achraf tuvo un lapsus –quizá se olvidó que ya no juega con la elástica blanca– y cedió un balón muy peligroso para Handanovic, que no pudo llegar. El 'gato' Benzema, cual felino, estuvo muy acertado y muy rápido para cazar el esférico y sortear al portero con un recorte, que luego pudo culminar a puerta vacía.
En líneas generales poco se podía pedir más a los pupilos de Zidane. La presión, el buen juego, la concentración fue óptima. Faltaba la chispa definitiva de Hazard, que finalmente apareció en una carrera de las típicas del belga. Se va de todos y nadie le caza. No tuvo suerte –o sí– y su balón se fue a córner, justo el que dio después la posibilidad a Sergio Ramos de marcar de cabeza el segundo de la noche. Pero en el fútbol nunca se puede uno confiar, porque cuando mejor estás es cuando llega el palo. Nicolò Barella se vistió de genio por un momento y dejó un taconazo sensacional a Lautaro, que ganó la partida a Varane y batió a Courtois. El Inter, que había hecho poco pero merecía marcar, encontró su recompensa.
Todo lo bonito que fue la primera mitad se rompió en la segunda. Llegaron las entradas duras, las interrupciones y la falta de ideas del juego. El balón se disputaba, pero de forma sucia, sin que ninguno de los equipos tomara el control total. El Madrid no salió mal, pero tampoco dejó las buenas sensaciones de la primera mitad. El físico se fue agotando poco a poco y el Inter comenzaba a dominar, algo que alertó a Zidane, un técnico que no suele hacer cambios de forma temprana, pero es que el ritmo del encuentro pedía savia nueva. Zipi y Zape, o Vinicius y Rodrygo dieron descanso a Asensio y Hazard, que no hicieron un mal partido, aunque siempre pudieron estar mejor.
El cansacio hizo mella en los locales y el Inter lo aprovechó. En un descuido de Sergio Ramos que dejó vía libre su posición dejó habilitado a Lautaro para que pasara el balón a Perisic y este hiciera el gol del empate. Jarro de agua fría después de todo el trabajazo en los primeros cuarenta y cinco. Y daba la sensación de que al Madrid no le daba más. Los contragolpes de los de Antonio Conte eran letales y en uno de ellos tuvo el Inter casi el gol de la victoria. El argentino se quedó solo contra la portería de Courtois y su disparo rozó el palo y se marchó fuera. Una ocasión de oro para dejar roto a los blancos. También Perisic tuvo su oportunidad, pero su disparo raso se fue fuera.
Y cuando peor estaba el Madrid volvió a aparecer el fútbol en su favor. Los dos brasileños se sumaron al ataque y entre Vinicius y Rodrygo lo hicieron todo. Uno dio el pase, que se quedó un poco atrás, el otro disparó a la portería del meta esloveno, con resultado de gol. Sin embargo, el resultado no estaba para nada cerrado, porque el Inter estaba más entero que el Madrid. Benzema tuvo la ocasión clara para hacer el cuarto, y quizá definitivo, pero con la mala fortuna que se le quedó atrás el balón mientras el ariete caía. Lo cierto es que todo el ataque venía por el buen hacer de Vinicius, que hoy sí que tomó las decisiones correctas. Su entrada dio la revolución al equipo y el impulso que tanto necesitaba el equipo en los minutos finales, cuando las piernas ya no dan más de sí.
En los últimos minutos el Madrid se concentró en defender el resultado, que era el que tenía que ser si quería tener opciones de seguir en la Champions, y no dejar que el Inter empatara. Físicamente los blancos terminaron mal, reventados, pero con los tres puntos en el bolsillo. Ahora tocará esperar dentro de tres semanas a ver qué pasara en Milán, en un partido, ahí sí, decisivo para los de Zidane. Lo que ocurra allí será el devenir de los blancos en la Copa de Europa.
Ficha técnica.
Alineación del Real Madrid: Courtois; Mendy, Ramos, Varane, Lucas Vázquez; Casemiro, Kroos (m.78, Modric), Valverde; Hazard (m.64, Vinicius), Benzema y Asensio (m.64, Rodrygo).
Alineación del Inter de Milán: Handanovic; Bastoni, De Vrij, D'Ambrossio; Young, Vidal (m.87, Nainggolan), Brozovic, Barella (m.78, Gagliardini), Hakimi; Perisic (m.78, Alexis) y Lautaro.
Goles: 1-0, m.25, Benzema; 2-0, m.33, Ramos; 2-1, m.35, Lautaro; 2-2, m.68, Perisic; 3-2, m.80, Rodrygo.
Árbitro: Clément Turpin amonestó a: Vidal, Mendy, Brozovic, Valverde, Barella, Casemiro.
Estadio: Alfredo Di Stéfano.