La delgada línea entre el protagonismo y el ostracismo: el gran olvidado de Zidane
La línea entre el protagonismo y el ostracismo es muy delgada. Eso es lo que le ha mostrado el fútbol a Borja Mayoral, el gran olvidado de Zidane en este tramo de partidos ante del parón de selecciones. La sanción de Cristiano y la lesión de Benzema parecía colocarle de cara a la titularidad, algo de lo que disfrutó por fin en Anoeta, donde Zidane apostó por él, de forma algo sorpresiva, para un partido crucial donde fue protagonista, con un gol y medio. Esa gran actuación, devolviéndole la confianza al técnico, pareció darle rédito al de Parla en forma de un mayor número de oportunidades.
Pero nada más lejos de la realidad, la aportación del canterano es prácticamente testimonial a tenor de la práctica. En dos partidos, incluido el último de Liga ante el Espanyol, Mayoral saltó al campo a falta de sólo un minuto para el final del tiempo reglamentario. En otras dos ocasiones, el entrenador le dio al atacante cinco y ocho minutos. Los 100 minutos y el tanto de Mayoral frente a los 585 y tres goles de Morata, demuestran que, a pesar de que vino como sustituto de éste y Mariano, la confianza en él no es la misma que la de su predecesor.