París, un punto de inflexión en el vestuario del Madrid
A veces solo hace falta una dura derrota para darse cuenta de lo que hay que hacer. Eso parece haberle pasado al Real Madrid, que tras caer en París ha vuelto a mostrar una de sus mejores caras ante rivales de la talla de Sevilla y Atlético de Madrid.
En pretemporada ya se empezaba a vislumbrar los problemas defensivos. En siete partidos amistoso encajó 18 goles, más de 2'5 por encuentro. En el comienzo de liga la cosa no varió mucho, ya que encajó gol en las primeras cuatro jornadas ligueras ante Celta, Valladolid, Villarreal y Levante. En París mostraron su peor cara defensivamente hablando y entonces fue obligado ese 'clic' en la mente de los jugadores. Todos defienden y todos atacan. Es la nueva máxima en el vestuario. Desde entonces cero goles encajandos y solo un tiro a puerta en los últimos tres partidos.