A falta de fútbol, el árbitro frena al Castilla
Empieza a ser una obsesión eso de sentirse protagonista entre el Comité de Árbitros. Para bien o para mal. A los señores colegiados les gusta cada vez más estar en primer plano. No importa que no sea por tu mejor actuación. No importa que te lleves a casa una sonora pitada. Aquí lo único que importa es tener un minutito de gloria que, oye, ¿quién sabe? igual te vale unos cuantos partidos más en el candelero.
Eso debió pensar Jaime Ruiz Álvarez, el asturiano encargado de mediar en el partido entre el Castilla y el Socuéllamos. Ya desde antes de saltar al campo tuvo claro que él, y no otro, iba a ser el protagonista de la tarde y, sin duda alguna, lo fue. Durante los primeros compases del encuentro ya pudo verse que el rasero no iba a ser el mismo para los dos equipos. El minuto 23 acabó por confirmarlo.
Un manotazo de Álvaro sin ninguna maldad en el centro del campo supuso la roja directa para el atacante merengue. El Castilla se quedaba con uno menos para lo que restaba de encuentro y la afición enfureció. Algo que pareció gustar a Ruiz Álvarez, que se desenvolvía como pez en el agua entre pitos y abucheos. Porque, lejos de enmendar su actuación, decidió que quería sentirse un poco más protagonista, que todavía no era suficiente.
A treinta minutos para el final, pitó un injusto penalti a favor de los de José Carlos Izquierdo. Un penalti que no fue y que nadie vio, salvo él. Ocaña ponía el 2-0 en el marcador desde los 11 metros y el conjunto castillista se alejaba un poquito más del liderato. Los de Zidane están ahora donde muchos quieren verles, lejos de ese primer puesto. Porque la idea de que los blancos asciendan irrita y lo que no puede evitarse a base de fútbol, pues que lo eviten los árbitros.
Pero esto no fue todo, no vayan a creerse. A siete minutos para el final, los madridistas pidieron penalti por un manotazo sobre Torró, pero el árbitro consideró que esta vez no había nada. La pena máxima no pitada terminó de completar la estelar actuación del señor Ruiz Álvarez ayer en el Di Stéfano.