Bienvenido a tu casa, Kiko

Ya es oficial. Kiko Casilla ya es portero del Real Madrid. A expensas de lo que pueda pasar con De Gea, que parece que su llegada es cuestión de tiempo, Benítez tiene resuelto, de momento, el problema de la portería. Ya sin Casillas, los roles parecen claros. Keylor Navas apunta a titular y, para que no se relaje, el Real Madrid ficha un muy buen guardameta, sin la etiqueta de estrella, pero que puede ayudar mucho al equipo con grandes actuaciones, si el equipo lo necesita.

El catalán seguro que no quiere desaprovechar esta oportunidad. No es el favorito en las quinielas para la portería, y mucho menos si llegara De Gea, pero ha vuelto al que fue su club desde los 14 años. Aquí creció y se hizo un buen portero aunque, como muchos otros, tuviera que emigrar en busca de los minutos que no podía disfrutar en el Real Madrid.

El Espanyol le acogió, le hizo debutar en Primera y, ante la competencia, prefirió cederle. Tras un breve paso por el Cádiz y el Cartagena, volvió a ser parte de la plantilla perica. Allí fue ganándose los minutos poco a poco. Cada temporada jugaba más partidos, a medida que sus fallos se iban puliendo y se convertía en el guardameta que es ahora.

Cinco años después, Casilla vuelve al origen, pero en una situación distinta. Viene a pelear por minutos y un puesto de titular que, a priori, no lleva su nombre. Va a luchar con uñas y dientes por un puesto que al fin se le presenta. Llegue De Gea o se quede Keylor una cosa está clara, Casilla ha vuelto para quedarse. Bienvenido a tu casa Kiko.