Cheryshev y la falta de valors del Camp Nou
En el último suspiro del mercado invernal, Denis Cheryshev ponía rumbo a Valencia. Muchos se preguntaban el porqué de esta elección, cuando los chés son famosos por poner las cosas muy difíciles al Real Madrid cuando quieran a uno de los suyos. El traspaso de Mijatovic aún duele por la capital del Turia… Pero el ruso tendrá minutos y volverá en verano a la que sigue siendo su casa.
Neville no lo dudó y convocó al canterano madridista para el partido de Copa. El destino es cuanto menos curioso, y el mismo jugador que dejó sin opciones al Madrid volvía a la competición para medirse al eterno rival de los blancos. Denis no fue titular y, goleada aparte, tampoco fue una noche para el recuerdo.
El extremo fue la principal atracción de la afición rival. Desde el principio, y pese a no estar sobre el césped, los seguidores azulgranas cantaron: "¡Cheryshev, te quiero!", en lo que significó una burla clara a lo ocurrido en la eliminatoria entre Real Madrid y Cádiz. El vergonzoso espectáculo llegó a su cota más alta cuando el ruso saltó al campo, momento en el que recibió una sonora ovación.
Después del partido, y pese a la contundente y sonrojante derrota, Cheryshev se fue del campo con la cabeza bien alta pese a las burlas. Demostró que el ADN blanco le corre por las venas y aseguró que los cánticos le daban igual. Y es que hay que estar por encima de eso, por mucho que ganen, el estigma de eterno segundón va ligado a todo culé.