Con el escudo no se gana

06.04.2016 23:00 de  Nacho Caballero   ver lecturas
Con el escudo no se gana
© foto de Nacho Caballero

Todos pensábamos que la victoria en el Camp Nou iba a darle al Madrid más moral de cara a lo que quedaba de temporada. Pero a las primeras de cambio, todo se derrumba como si fuera un castillo de naipes. Los blancos se van de Wolfsburgo con un resultado doloroso, aunque es remontable. Eso sí, si alguien puede darle la vuelta a esto es el propio Madrid... si se lo creen, claro. Sólo con la camiseta es imposible ganar un partido. El primer error se ha dado cuando el Madrid ha subestimado a su rival y lo ha pagado.

El segundo se corresponde con la titularidad de Danilo, que se ha visto superado por Draxler en toda la primera parte. El alemán creó todo lo que quiso y más. Cierto es que el Madrid comenzó muy bien, pero se fue diluyendo gracias a un penalti que, a mi juicio, no lo es ni por asomo. Schürrle se tropieza y Rocchi pita penalti de Casemiro. Insisto, inexistente desde mi punto de vista.

Más allá de esto, no puede ocurrir lo que ha pasado a partir del penalti transformado por Ricardo Rodríguez. El Madrid se desplomó y cedió la pelota a un Wolfsburgo que fue de menos a más. Le faltó personalidad al Madrid y sobre todo fútbol. Y entonces llegó el segundo y los fuegos artificiales en el Volkswagen Arena.

La defensa madridista fue una mezcla entre la mujer barbuda y el hombre bala. Lejos del nivel férreo que ofreció en Barcelona el sábado, los blancos se mostraron inseguros atrás y recibiendo pocas ayudas. Todos esperamos que lo de hoy haya sido un accidente, pero así no se va a ningún sitio. 

Pero bueno, lo hecho, hecho está. Ahora solo queda apelar a la épica y remontar en el Bernabéu un 2-0 que no es imposible de revertir. Zidane debe arengar a los suyos y tiene que conseguir que se crean el mensaje. Que pueden remontar porque tienen calidad de sobra, pero jugando como un equipo. Eso es lo que le hace falta al Madrid. Además de respetar a un rival que te ha pintado la cara. No hay rivales pequeños y con la camiseta no se gana. Se gana con fútbol y con espíritu.