Cuando Casillas iba a muerte con Mou...
Cuando Casillas iba a muerte con Mou… Iker reconocía, en el programa de Bertín Osborte En tu casa o en la mía, que hubo una etapa en la que se hubiese partido la cara por el técnico portugués, en la que veía al que fuese su entrenador como aquel abogado que siempre defiende a los suyos y, además, señalaba que el criterio de Mourinho iba también con el suyo propio.
Cuando Casillas iba a muerte con Mou, el Madrid logró ganar al mejor Barça de la historia. Se vivió un madridismo salvaje, apasionado, en el que todos remaban en la misma dirección, cuando solo había un barco, cuando no había casillistas, mourinhistas o ramistas, cuando solo existían los madridistas. Pero…
Cuando Casillas dejó de ir a muerte con Mou se acabó lo bueno. La división de una afición que tenía que presumirse única fue el detonante del principio del fin. El portero habla de que al portugués le sentó mal su llamada a Xavi para acercar posturas, que no para bajarse los pantalones según él, pero… Iker, ¿no tuviste algo de culpa en todo ello?, ¿no puedes reconocer que te costó asumir la suplencia?
Dice que seguro que cometió algún error, eso dice, pero no los enumera, aunque sí sabe señalar los fallos del resto. La autocrítica… ¡ay la autocrítica! Comenta que le molestaron los gestos de Mourinho, sus recaditos en las ruedas de prensa. Pero por qué no piensa que a otros nos ha podido molestar que no antepusiese el Madrid sobre el resto de intereses, que saliese a dar su apoyo público a Diego López, a Álvaro Arbeloa, en definitiva, ¿por qué no se partió la cara mediáticamente por el Real Madrid? Algo que él mismo dijo que admiraba de Mou.
El capítulo parece que ambos le cerraron en la Fase de Grupos de esta edición de la Champions. Cuando se saludaron y hablaron sobre cómo estaban en esos momentos. Historia que esperemos que se cierre por fin, pero que cierren ellos. Porque Iker, si no te gusta que hablemos de ello cuando ha pasado tanto tiempo ya, no nos des motivos para tener que echar la vista atrás. Hala Madrid y nada más.