El Adso de Melk de Valdebebas

Quizás hasta que uno triunfa, o está en proceso, no se da cuenta de aquellas personas que han sido clave para ello. Para toda decisión que queramos tomar, sea tan trascendental como la búsqueda de un empleo, o tan mindundi como qué ropa ponerte, pedimos consejos. "Nunca he lamentado mi decisión porque aprendí de mi maestro lo que era sabio, bueno y verdadero", dice Adso de Melk en el famoso libro de Umberto Ecco 'En nombre de la Rosa' a su maestro, Guillermo de Baskerville.

De Baskerville en esta novela adpatada al cine y al teatro ejerce una labor fundamental de guía franciscano para el joven De Melk. En su búsqueda del misterio de unas sucesivas muertes en una abadía benedictina de Italia, el maestro franciscano se lleva a su pupilo consigo para encargarse de su educación. Adso de Melk aprende y como si se dedicase a descubrir misterios toda su vida, hallan el secreto. De esta manera, el papel de Guillermo de Baskerville fue fundamental.

Pues de Valdebebas también ha surgido, y con mucha fuerza, otro Adso de Melk. Es canario y a lo largo de toda su trayectoria como futbolista ha tenido muchos guías -por su carácter, bastante necesario- para que hoy sea una de las mayores promesas mundiales. En la vida de Jesé Rodríguez, hombres como Sixto Alfonso -su descubridor en Las Palmas-, Paco Carreño -su profesor en la Ciudad Deportiva del Madrid-, Alberto Toril -entrenador que le hizo despuntar- y Zinedine Zidane -su gran valedor en la primera plantilla- son sus Guillermo de Barskerville particulares.

Quería destacar el trabajo que se ha tenido que hacer para que hoy en día al futbolista canario se le eche tanto de menos. Su no  aportación de refresco en los encuentros ante Barcelona y Sevilla, respectivamente, puede que haya sido tan clave en estas dos derrotas tanto como el bajo rendimiento de la defensa o del mediocampo. Es el jugador número doce de Ancelotti, el Felipe Reyes de la sección futbolística y más imprescindible de lo que nos pudiéramos imaginar.

autor

Andrés Espuelas

Periodista en proyección, onubense -de donde nació el fútbol-, colaborador de Bernabéu Digital y madridista, pero de esos que apoyan y se levantan del asiento para animar. 'Lo bonito del periodismo no es que nos inventemos mentiras sino que nos inventamos la verdad', aunque a veces no se cumpla.