¿El botón para resetear?

Quizá esa sea la pregunta que se hace Carlo Ancelotti. El Real Madrid ha perdido la sonrisa en el juego y se encuentra ofuscado en intentar demostrar con demasiada premura el equipo que fue. Ayer se evidenció que el equipo está dos peldaños por debajo de lo exigido en todas sus facetas y que Isco sigue esperando para encontrar algún socio.

Nunca fui muy partidario de pitar a los jugadores durante el encuentro o en la previa pero sí de respetar a quién o quiénes lo hacen. Más allá de los dos sustos del Depor en el inicio es la sensación de un equipo que entra frío al encuentro. Los gallegos no penalizaron pero ya se sabe qué pasa si el regalo es al Atlético, Barcelona o algún equipo de Champions.

Después, los blancos tuvieron demasiada prisa y pocas ideas para llegar a la meta de Fabricio. De hecho, pasada la media hora de partido y tras el gol de Isco, los merengues pegaron un bajón considerable de juego y físico. Ahora que está de moda hablar de ciclos altos y bajos, cruzaré los dedos para que el pico alto llegue en pocas semanas y se alargue hasta el mes de junio.

Lo que parece es que el Real Madrid se ha apagado. Es cierto que Isco no tiene a James ni Modric para asociarse y que la BBC se encuentra buscándose a sí misma. Pero ni el centro del campo abarca, ni los laterales suben y bajan, ni los centrales y el portero muestran seguridad absoluta. Tendrá que buscar Carlo el botón y apretar el 'reset'.