El futuro de Odegaard

09.08.2015 17:53 de  Jorge Calabrés  Twitter:    ver lecturas
El futuro de Odegaard
© foto de Jorge Calabrés

La expectación levantada por el fichaje de Odegaard el pasado invierno hace olvidar de que se trata de un chico de tan solo 16 años. El noruego es analizado con lupa en cada partido, ya sea con el Castilla o el primer equipo. No hay dudas de que hablamos de un talento especial que, preso de la vergüenza propia de la edad, aún no puede ser juzgado con criterio. Necesita paciencia, solo con ella logrará dar ese salto definitivo que le convertirá en una estrella mundial en no demasiado tiempo. 

Su incorporación levantó envidias hasta en el propio Castilla. Algunos jugadores del filial blanco decidieron no dar bola al noruego. No fueron todos, ya que otros sí que trataron de facilitar la adaptación a España y al idioma al adolescente. La misma situación se dio en la prensa. Vilipendiado por aquellos que proclaman una guerra diaria a Florentino Pérez, el imberbe jugador ha sufrido en sus carnes las consecuencias de ser un daño colateral en primer línea de fuego. 

La presión de estar en el mejor club del mundo es el precio a pagar por Odegaard tras ser la gran apuesta de futuro del Real Madrid. El internacional noruego dejó buenas sensaciones en su vuelta a casa. Convertido en el gran protagonista del partido contra el Valerenga, no se arrugó y pidió la pelota una y otra vez con buenos desmarques. Quizá solo le falta creérselo, olvidar que está jugando al lado de sus ídolos y atreverse cada vez que la pelota ronde sus pies. Eso lo conseguirá a base de minutos y de madurez según vaya creciendo. A pesar de ello no lo tendrá fácil, son muchos los que desean su fracaso. Es por ello que debe autoconvencerse de lo bueno que es sin caer en la egolatría. 

Odegaard tiene todo para triunfar, pero necesita perseverancia y protección continua del Real Madrid. Muchos lobos andan sueltos intentando hincarle el diente al inocente corderito. De momento su carrera va con buena dirección, paso a paso, saltándose etapas debido a su calidad... pero consolidando una base sobre la que trabajar.