El multifacético Madrid se pone líder

03.11.2014 13:00 de  Francisco José Reina   ver lecturas
El multifacético Madrid se pone líder
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En el Madrid la pregunta señala qué jugador es mejor para un puesto con la vuelta de Bale. En el Barça justo lo contrario, qué jugador lo hace peor por línea. Las estadísticas son violentas: James lleva seis goles y seis asistencias en un par de meses e Iniesta tres goles y seis asistencias en… la Liga pasada y la actual juntas. Cristiano, por su parte, consiguió su gol número doce en ocho jornadas ligueras. Es el primer jugador del Real Madrid que consigue este espectacular registro en competición liguera y ha marcado un total de 20 goles en doce partidos disputados de forma consecutiva. En el Barça ya ni quedan los falsos valores: jugó con nueve extranjeros en el once inicial. Uno de ellos, Luis Suárez, hizo historia y no precisamente de manera positiva, pues ha debutado con el Barça perdiendo los dos partidos que ha jugado. En el otro lado, Benzema, ha regalado 25 asistencias a Cristiano, quedándose a tan sólo dos asistencias de convertirse en el mejor compañero del portugués.  Contribución esta culpable de que el Madrid sea el primer y único equipo que ha marcado 20 goles en sus 5 primeros partidos fuera de casa en toda la historia de La Liga. 

Al final TV3 tuvo razón: fue despertar a Franco y el Madrid ponerse líder. Aprovechando la comparación del Madrid de Ancelotti con el Barça de Pep que hizo un periodista, hay que decir que este Madrid no sólo tiene plan A. Domina tanto el primer plan como el segundo. Puede tocar, dominar el partido y tener el control y puede defender con contundencia y disciplina para salir como rayos al contra-ataque. Eso es precisamente lo que despista al contrario: la multifacética condición del equipo que en estas jornadas ha llegado a su punto álgido.

Francisco José Reina
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Francisco José Reina
Conato de maestro. Un pasional y crítico madridista extremeño articulista y colaborador en EM7. Eterno viajero de sueños e ilusiones desde la vieja Augusta Emérita. El indomable y salvaje anarcomadridismo trombólico que surge en el último suspiro de un segundo. Eso debe de ser el Madrid.