El Real Madrid va a contrarreloj
Bien entrada ya la segunda quincena del mes de agosto, el Real Madrid está a punto de presentarse en septiembre y los deberes en forma de operación salida aún no se han completado. Con Achraf ya vendido y Kubo, Reinier y Vallejo cedidos, los blancos dependen de terceros para aligerar una plantilla a rebosar. A falta de nueve días para retomar la actividad en Valdebebas, el Madrid todavía quiere ahuecar a la larga hilera que forman Reguilón, James, Óscar, Brahim, Bale, Lucas, Mariano, Mayoral y Alberto Soro. Salvo algunos casos, todo hace indicar que no habrá problemas en desprenderse de los más jóvenes si así se desea en el club, pues todos ellos cuentan con un cartel atractivo.
Otra historia serán los James, Bale y Mariano. Un año más, el Madrid carga con la losa de un trío residual que no facilitará su marcha. Este verano serán todavía más complejas sus salidas: tienen un año más, han jugado poco y la crisis económica imposibilita grandes dispendios. La pelota está en el tejado del Bernabéu y eso lo saben en el mercado, así que al Real le tocará tragar sapos o resignarse a vender por un valor irrisorio o incluso nulo si quiere, por lo menos, suprimir los tres sueldos prohibitivos de su columna de gastos. El tiempo apremia y por ahora, no hay nada nuevo bajo el sol.