El reto de Morata

Morata tuvo su presentación como nuevo jugador del Real Madrid. Tras dos años haciendo 'la mili' en Turín, el canterano regresa habiendo logrado la internacionalidad con España y con un estatus superior. Sin embargo, la BBC sigue cerrando el paso del delantero a la titularidad y solo a base de trabajo y sacrificio podrá disfrutar de minutos. Lucas Vázquez debe ser el espejo en el que verse reflejado. Sin hacer ruido y aprovechando las oportunidades se convirtió en un jugador clave para el final de campaña y la consecución de La Undécima. 

El reto de Morata es saber esperar. Triunfará si regresa con humildad y con la misma ilusión del futbolista que debutó en Primera con la camiseta blanca. Tiene calidad y más gol del que se le ha visto en esta pretemporada. Su juego de espaldas se puede convertir en un nuevo arma para Zidane. Sin exigencias ni caritas, Morata tiene que aguantar y luego demostrar sobre el césped lo gran jugador que es. Al menos su discurso de presentación fue una proposición de intenciones de la que todo madridista se siente orgulloso. Poniendo siempre al escudo por encima, al equipo y con las ambiciones personales en segundo plano. Ese es el camino. 

El desafío es grande, solo apto para los verdaderos luchadores. Morata sabe a la perfección lo que significa ser jugador del Real Madrid y la exigencia que se tiene, más aún, siendo delantero. La afición blanca pedirá lo mismo al canterano que a cualquier futbolista recién llegado. El Bernabéu no entiende de favoritismos. Comienza una nueva etapa para Morata y el éxito o fracaso solo depende de él. Injusta por otra parte es cierta campaña de descrédito que está sufriendo sin haber comenzando la temporada. Tiempo al tiempo. Hay que dejar al chaval acertar o equivocarse, pero al menos intentarlo. Los críticos futurólogos que guarden su bola de cristal. Esta es la oportunidad de Morata. El futuro está en sus manos y, sobre todo, en sus pies.