Florentino, la mamá del Real Madrid

Habiendo asistido y escuchado a Florentino Pérez en la Asamblea de socios compromisarios se ha afianzado en mí la aguerrida idea que he tenido siempre del presidente. Se podrán criticar algunas o muchas de sus decisiones a la hora de llevar la gestión de la entidad, pero lo que nunca se le podrá reprochar es su compromiso, su entrega, su lucha y su pasión por el club de su vida y de su corazón. Me imagino la vida de Florentino y no puedo pensarla de otra manera que no sea con el Real Madrid como epicentro de todo. Por encima de todo. Y por eso creo que como absolutamente todas las personas fallamos a lo largo de nuestra trayectoria en este caso profesional, todos aquellos socios que centran sus prioridades en ensalzar lo negativo al final son una lacra para el club.

El apego del máximo dirigente blanco hacia su club es tal que le lleva a querer, proteger y defender incluso a aquellos integrantes de la familia con los que no comulga. No es una novedad que ha tenido sus más y sus menos con el capitán Iker Casillas y que sus formas de pensar no sean parejas. Sin embargo da la cara por el guardameta en cuanto se le presenta la ocasión y no deja que nadie tache la imagen del cancerbero como madridista. Cualquiera que posea un poco de empatía se da cuenta que estas salidas en defensa de Casillas son sinceras.

Es todo esto, por cada discurso del presidente, por su actitud y lo que transmite con sus palabras y sus gestos por lo que admiro la dedicación y el afecto llevado a su máximo exponente de Florentino por SU Madrid. Perfectamente comparable al amor y pérdida de libertades de una madre desde la primera vez en que ve la cara de su hijo.