Carlo, no puede volver a pasar
En la segunda parte del Sevilla 1-1 Real Madrid, el conjunto blanco se vino abajo. Y lo hizo a raíz del reencuentro sobre el terreno de juego de Toni Kroos y Luka Modric, dos leyendas vivas del club y del deporte rey. El italiano sacó del terreno de juego, además, a dos futbolistas jóvenes y con físico como son Fede Valverde y Tchouaméni.
La de Sevilla fue la enésima demostración de que Kroos y Modric, que han dado infinitas tardes de gloria al Real Madrid, no pueden seguir jugando juntos. Y que conste que no meto en el mismo saco a ambos, pues considero que el germano aún tiene recorrido y mucho más fútbol en sus botas que el genio croata. Pero Ancelotti se empeña en hacer coincidir a ambos sobre el terreno de juego, lastrando el físico de un centro del campo que está destinado a seguir haciendo historia con Tchouaméni, Camavinga, Bellingham y Fede Valverde.
Claro que, parte de culpa de esta situación, la tiene el propio club. El Real Madrid decidió renovar a Modric pese al interés de Arabia Saudí, dejando la pelota en el tejado de un Ancelotti que, inevitablemente, se siente en deuda con el balcánico.