¿Por qué?
Viendo el partido del Real Madrid en Sevilla, me surgió la famosa pregunta de Mourinho en 2011: ¿por qué? Y es que me cuesta entender la diferencia de criterios en el estamento arbitral. Quiero decir: ¿por qué se arbitran de distinta manera jugadas que son idénticas? ¿Acaso no deberían arbitrarse igual?
La pregunta se me presentó con la jugada anulada en el no gol de Bellingham. Un balón dividido entre Rüdiger y Ocampos termina con el argentino dolorido en el suelo, la jugada continúa, el árbitro le señala con el brazo que se levante, y cuando Valverde va a meter el pase decisivo a Rodrygo para dejarle solo, De Burgos Bengoetxea para el juego para sorpresa de los propios jugadores que habían seguido la acción sin darse cuenta de que se había detenido el encuentro. El defensa del Real Madrid toca balón y después impacta en el costado del atacante del Sevilla. De hecho, el colegiado no indica ni falta. Entonces, ¿por qué para el juego?
Si me dijeran que en todos esos lances se detiene el juego... Pero cuántas veces hemos visto a un jugador quedarse dolorido en el suelo y no ser atendido hasta el final de la jugada. El artículo 237 del reglamento, relativo a los árbitros y obligaciones en los partidos, hace saber que el colegiado únicamente tendrá que "interrumpir el juego en caso de lesión grave de algún futbolista". ¿De verdad era tan grave lo de Ocampos como para detener la jugada?
Yo no lo creo. De hecho, De Burgos Bengoetxea tampoco lo creyó en un primer momento y Ocampos tardó muy poquito en recuperarse. No puede haber este sindiós de hoy se para el juego, mañana no; hoy se pita mano, mañana en una acción idéntica no... Y no puede ser que la inmensa mayoría de las veces estas interpretaciones contrarias caigan en perjuicio del Madrid. Seguramente merecimos el empate en Nervión, pero otra vez hay que hablar de errores arbitrales en contra. Fallos claromorosos que cambian el devenir de un partido y que hacen preguntarme nuevamente... ¿Por qué?