Prueba de fuego para Ancelotti
Ser entrenador del Real Madrid debe ser una de las cosas más difíciles del mundo, y Carlo Ancelotti se ha empeñado en demostrar lo contrario a base de naturalidad y resultados. Pero el italiano muestra que es humano y que, como todo el mundo, también comete errores. Sin embargo, cuando se trata de una final y ante tu mayor rival no hay lugar a tropiezos.
El Fútbol Club Barcelona buscará arrebatar al Real Madrid el que sería su primer título del año y el segundo de la temporada: la Supercopa de España. El ambiente enrarecido por el hecho de que se juegue en Arabia Saudí no debe desviar el foco, solo vale ganar. "El Real Madrid no juega finales, las gana". Es una frase repetida a lo largo de las décadas y que deja en claro la idiosincrasia del club. Pero lo cierto es que no llega en el mejor de los momentos. A duras penas se superó a un Valencia que, eso sí, demostró estar bien trabajado. Tampoco es que el Barça esté como para alzar la voz, pero un clásico es un clásico, y cualquier análisis estadístico poco parece importar. Las emociones se imponen en un duelo histórico que dictaminará si los fantasmas del pasado se le presentarán a Ancelotti o puede respirar aliviado por el trabajo bien hecho. El verde será el juez.