Vinicius y Courtois tienen dos Champions por mucho que duela
Thibaut Courtois y Vinicius Jr ganaron las Champions League de 2022 y de 2024. Puede doler mucho a los que tienen suficiente con tener "una gran afición", pero es lo que hay. Me parece algo tan sumamente ridículo criticar lo que hicieron el belga y el brasileño el domingo en el Metropolitano que no sé ni qué opinar de ese asunto. Parece que si lo hacen dos jugadores del Real Madrid molesta más y no son tan "cancheros" como dirían de Simeone y de otros tantos.
Ser unos acomplejados y haber crecido al lado de la institución deportiva más importante de la historia pasa mucha factura. Cuando no dicen que el Real Madrid "compra árbitros" se escudan en afirmar que "tienen más dinero que nadie". El problema es que esa primera parte no les ha salido como quisieran. Los que intentaron comprar al estamento arbitral fueron los del noreste de España, queridos colchoneros. Hasta eso os sale mal. Una pena.
LOS MALOS DE LA PELÍCULA
El Real Madrid es el mejor ejemplo de España en el exterior. He tenido la oportunidad de ir a cubrir partidos fuera de nuestras fronteras y no hay ningún problema con los aficionados de otros equipos o con otros periodistas. Es más, se rinden a la evidencia de que es el mejor club del mundo con mucha diferencia. Si eso lo dicen en España, aunque sea una realidad como un templo, parece que están cometiendo un delito.
Lo que más me ha hecho gracia después del Atlético - Real Madrid son los pseudoperiodistas que han tratado de culpar a Courtois. Puedes desear la muerte de un jugador en un estadio o llenar su portería de ratas, pero si este se revuelve es que "provoca a la grada". El problema lo tienen ellos al alojar a unos violentos en una parte de su estadio. ¿Por qué mantienen Cerezo y Gil Marín a los ultras en el Metropolitano? A la mayoría les da igual, les basta con decir que Courtois es el malo de la película y que "no ha pasado página a su etapa como rojiblanco".
Lo dicho, madridistas: Vinicius y Courtois tienen dos Champions y pueden presumir de ellas cuando quieran por mucho que duela. Otros, por lo que sea, no pueden decir lo mismo.