Impacientes

Solo habían transcurrido 100 minutos desde que el Real Madrid comenzara la pretemporada y algunos ya estaban pidiendo la cabeza de Benítez y que el club blanco no saliera a competir ni en Liga ni en Champions, que le regalaran directamente los títulos al Barcelona. La impaciencia es un defecto que lleva consigo el madridismo pero que en determinados casos roza la estupidez. No hubo que esperar mucho más para ver los primeros signos positivos de este nuevo Real Madrid que acaba de arrancar y al que algunos no ilusiona por el simple hecho de que se repiten la mayoría de los cromos del álbum del pasado año. 

Panini llora ante la ausencia de un fichaje galáctico, pero este Real Madrid no lo necesita. Danilo, Lucas Vázquez y Casemiro fortalecerán el fondo de armario de una plantilla a la que también se unirá alguno más de los Cheryshev, Odegaard o Marco Asensio. Sí hacen falta uno o dos retoques más que llegarán antes de que cierre el mercado. Pero al igual que con el juego, los impacientes despotrican por no poder completar su colección antes de septiembre. 

De acuerdo en que la exigencia del Real Madrid obliga a vencer desde el primer partido, pero con la llegada de un técnico nuevo y de la implantación de un sistema diferente al menos habría que conceder de tiempo hasta el 23 de agosto que comienza la Liga. Algunos no esperaron ni 100 minutos, intoxicados ellos por una infumable campaña desde medios de comunicación que cualquier madridista de bien tiene identificados. Lástima que el triunfo ante el City les haya chafado un fin de semana de  invenciones y confabulaciones. Nadie sabe si este Madrid ganará el triplete o repetirá año blanco. Si funcionará o seguirá la línea de los últimos meses de Ancelotti. Pero al menos debe de tener la oportunidad de fracasar... o de triunfar. Y el verano es para soñar.