La caída de 'Superlópez'
Diego López se va. Abandona el Real Madrid tras haber sido vilipendiado por la prensa e incluso por una parte de su afición. ¿Los motivos? Ser un profesional y luchar por su sueño de ser titular en el club blanco. Se marcha uno de los estandartes de la meritocracia instalada por Mourinho que ha callado ante los menosprecios y los ataques desmedidos. Pero ante todo, nos deja un madridista.
La cuerda siempre se rompe por el lado más débil, y ese, en el Real Madrid, es Diego López. Sin el apoyo de grandes medios de comunicación es muy difícil sobrevivir en el Santiago Bernabéu. Diana de injustas campañas, pero respetado y alabado por sus compañeros y técnicos. Se ganó primero la confianza de Silvino Louro y después la de Villiam Vecchi, dos de los mejores preparadores de porteros del mundo y, sobre todo, los más exigentes en los entrenamientos que han pasado por Valdebebas.
Un señor dentro y fuera del campo, poco amigo de los titulares y de los restaurantes del Barrio de Salamanca. Un profesional centrado en su trabajo y en su vida familiar, impermeable al continuo debate creado en el exterior. No siempre ganan los buenos, y menos en España. Quizá no sea un gran icono utilizado como reclamo por multinacionales o incluso de patrocinadores del Real Madrid y de la Liga BBVA, pero se ha convertido en un referente para muchos madridistas. Buen viaje, Diego.