La Décima pasa por Múnich
Múnich. Otra vez Múnich. La capital de Baviera vuelve a erigirse como un obstáculo ante la aspiración del Real Madrid de conquistar su décima Copa de Europa. En abril de 2014, el equipo de fútbol hizo historia con un 0-4 que quedará para siempre en la retina de la afición madridista. El próximo viernes, la plantilla de baloncesto se juega la vida en Euroliga en la misma ciudad, con el objetivo de que el sueño de revalidar la corona europea no se desvanezca demasiado temprano.
El Real Madrid depende de sí mismo para entrar en el Top 16. Si los blancos ganan los partidos ante Bayern y Estrasburgo seguirán vivos en Euroliga, pero una derrota en Múnich obligaría al conjunto madridista a vencer a los franceses en el último partido y a esperar sendas derrotas de Estrella Roja ante Fenerbahçe y el propio conjunto bávaro. Un triunfo en Alemania, por tanto, se antoja vital en el devenir de los de Pablo Laso en la máxima competición continental.
El conjunto blanco ha vivido una pesadilla en esta primera fase de Euroliga. Un grupo complicado, el cansancio de una temporada tan exitosa como extenuante, los problemas en defensa y las continuas lesiones han ido minando a un conjunto que viene de conquistar todos los títulos posibles durante la pasada campaña. Por ello, precisamente, el equipo se merece la confianza de una afición a la que ha hecho vibrar, emocionarse y sentirse orgullosa de defender al club más grande del mundo.
No cabe duda de que los Llull, Ayón, Sergio Rodríguez o Reyes, que tantos éxitos y buenos momentos han dado al madridismo en los últimos años, se dejarán la piel en Alemania para tratar de seguir con vida en una competición en la que, actualmente, reina el conjunto blanco. Hace un año y medio, en la capital bávara se dio el último paso del camino a la final de Lisboa. En apenas unos días, el Real Madrid regresa a la misma ciudad para dar el primero hacia Berlín. La Décima, de nuevo, pasa por Múnich.