La gran obra de Florentino
La remodelación del Santiago Bernabéu ya tiene cara y proyecto ganador. GPM y L-35 Ribas llevarán a cabo durante los próximos tres años el sueño de todos las madridistas. La presentación del nuevo coliseo blanco ha levantado la admiración de una afición que ya sueña con poder disfrutar de su nueva casa. Será la tercera y más grande obra de Florentino Pérez al frente del Real Madrid. El presidente blanco pasará a la historia por la construcción de la Ciudad Real Madrid, por las residencias del primer equipo y la cantera y, sobre todo, por este nuevo Bernabéu que volverá a poner al club blanco en lo más alto en cuanto a instalaciones y recintos deportivos se refiere. Un estadio único, el mejor del mundo tanto por fuera como por dentro.
El Bernabéu cambia de piel, pero mantendrá el alma de siempre, aquella que se ha ido formando poco a poco desde el año 1947. El Madrid se renueva pero mantiene su emplazamiento, siendo uno de los lugares más emblemáticos de la capital de España. Porque no se entendería Madrid sin el Bernabéu ni este lejos de La Castellana. La ciudad también crece y rejuvenece con este nuevo envoltorio del feudo blanco. Zonas verdes y de ocio, un renovado centro comercial y un hotel con unas vistas de lujo potenciarán los aledaños del estadio y la vida de los vecinos y visitantes de la zona.
La gran obra de Florentino tendrá un coste alrededor de 400 millones de euros, pero aumentará un 30% los ingresos por explotación del Bernabéu. Sin un duda un paso más del presidente para que el club blanco nunca cambie de dueño. Con esta obra se pone un cimiento más para que los socios sigan siendo los únicos propietarios del Real Madrid C.F., para desgracia de algunos. El Madrid está siguiendo el camino correcto, aquel que le llevará a ser nombrado como mejor club del siglo XXI, al igual que ya ocurrió en el pasado.
En una época en la que pocos proyectos consiguen enganchar en su fase inicial, hay que felicitar a GPM, L-35 Ribas y al Real Madrid por la ilusión desatada en el madridismo. Siempre habrá gente que odie por odiar, pero no se puede negar que el nuevo Bernabéu cumple las expectativas, siempre tan altas, de la afición más exigente del mundo.