La historia interminable de Cristiano

No, no estoy hablando de la misma historia de siempre. Ni fiestas post partido, ni cantes, ni bailes. Tampoco polémicas sobre el terreno de juego, ni problemas con los rivales. Ni mucho menos hablo de la manía que parte de la afición y la opinión pública ha tomado con hablar de la rodilla de Cristiano y de la crisis sentimental por la que atraviesa. Porque esto es fútbol, estamos ante uno de los mejores jugadores de la historia y, además, consigue récord tras récord en el club más grande y laureado de todos los tiempos.

Cincuenta y ocho goles en cincuenta y ocho partidos en Champions desde que llegó al Real Madrid. 290 dianas en 280 encuentros es el bagaje total desde que vistiese la elástica blanca por primera vez. Números de otro planeta, que avalan a Cristiano como el más grande entre los grandes.

Muchos estaban esperando un revés de Cristiano para atacarle. Ser el mejor durante tanto tiempo y no bajar el pistón ha hecho mucho daño, lo intentaron con su regular Mundial, pero sabían que estaba tocado y que por darlo todo con el Real Madrid –algo que otros no hicieron, se pasaron el año paseando con su club para llegar a tope con su selección, y ni eso- no estaba al cien por cien. Después llegó la racha impecable e implacable de los blancos y su tercer Balón de Oro. Muchos deben soñar aún con el ¡Siiiiiiiiiii! Ese grito de guerra dolió mucho, que Cristiano se acercase a los cuatro galardones de Messi más y que dijese que luchará por superar al argentino fue la gota que colmó el vaso.

Sin embargo, visto lo visto en el Veltins Arena, muchos deberán volver a sus cuevas, porque Cristiano está de vuelta, o tal vez es que nunca se fue, y con él su ambición y hambre insaciable. La historia del gol, el Real Madrid y Cristiano es interminable, aunque pese.