La madre de la ciencia

Finales del mes de mayo, Carlo Ancelotti está a punto de ser el nuevo entrenador del Real Madrid, podemos observar portadas que le califican de "El Pacificador", en tertulias televisivas y radiofónicas todo son loas al nuevo inquilino del banquillo, con él llegaría la calma que tanto demandaba el sector periodístico.

Finales del mes de Septiembre, tras una pretemporada ilusionante llegan los primeros resultados negativos que se producen contra Villarreal, un equipo recién ascendido, maduro, sólido y con la inercia ganadora que traía de la división de plata. Después llegó el derby, llevabamos años reclamando un rival digno a la altura de tal partido, y el equipo del Cholo mostró todas las debilidades del Madrí, reafirmándose tal proyecto como consolidado y alternativa al binomio de la liga española.

Tras el armisticio que se concede a los presidentes de gobierno y  entrenadores del Madrí, las portadas tornan a "¿Por dónde empezamos Carlo?; "Ancelotti está hecho un lío", las mismas tertulias en las que se le alababa, se le vilipendia e infravalora. El enemigo del Madrí continúa siendo el mismo, los "amigos periodistas" y el propio equipo.

Objetivamente no hay motivos para no ser optimistas, el equipo recupera efectivos en defensa, la línea más irregular en este comienzo. En la línea medular las alternancias han sido constantes y con la reaparición inminente de Xabi Alonso, todo será más fácil. En el flanco de ataque seguimos contando con el mejor jugador del mundo, Cristiano Ronaldo, esperaremos por Bale y los jóvenes irán cogiendo confianza para demostrar su valía, si la tienen serán determinantes en el desarrollo de la temporada.

Estamos a una sola victoria de asegurar nuestra pase a octavos en la Copa de Europa, que nos permitirá centrar esfuerzos en el campeonato doméstico hasta el mes de febrero. Seguir sumando victorias en liga y tratar de asaltar el feudo blaugrana o minimizar los daños es el objetivo más inmediato. Por lo tanto, paciencia.

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Comité NYB

Somos el Comité NYB (por ahora, que estamos negociando la renovación y no tenemos cláusula) y como dice el título de nuestra columna no pertenecemos a ninguna corriente madridista. Nuestra única etiqueta es la de madridistas. Amantes de las buenas previas a los partidos y, cuando las obligaciones lo permiten, a las copas posteriores. Ni damos lecciones de nada ni las pedimos, sólo mostramos nuestra opinión.