La ocasión de Zidane
Aunque el del próximo sábado apenas cuente a efectos clasificatorios, un Clásico siempre es un partido especial, un duelo con numerosos alicientes. En esta ocasión, se trata del primer Barcelona-Real Madrid con Zinedine Zidane en el banquillo blanco. El francés tendrá ante sí en el Camp Nou, justo diez años después de su último choque ante los culés como futbolista, una verdadera prueba de fuego de la que puede salir reforzado o debilitado.
Precisamente el último Clásico, de fatal recuerdo para el madridismo, supuso la tumba definitiva del anterior entrenador del Real Madrid. Rafa Benítez ya llegaba muy discutido al choque ante el conjunto azulgrana de la primera vuelta, pero la goleada sufrida ante el eterno rival y la pésima imagen del equipo le sentenciaron definitivamente a ojos de afición y del propio club blanco.
Benítez quedo retratado, además, por no apostar ante el Barcelona por los jugadores de su máxima confianza. El ahora técnico del Newcastle se traicionó a sí mismo y eligió un once con los futbolistas de mayor nombre, sin dudar a la hora de sacrificar a hombres como Casemiro y Lucas Vázquez, muy importantes en sus esquemas durante su breve estancia en Concha Espina.
Por su parte, Zidane está apostando por la meritocracia y no se fija en los nombres de los futbolistas a la hora de escoger su once inicial. El francés cometería un gran error si, como ya hizo Benítez, decide ahora cambiar de estrategia y apostar por jugadores que no están dando la talla. En el Camp Nou, el héroe de la Novena tiene una gran ocasión para demostrar la personalidad que le ha llevado a entrar en la historia del fútbol.