La que has liao Casillas

08.10.2014 21:30 de  David Marcos  Twitter:    ver lecturas
La que has liao Casillas
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Semana de selecciones. 15 días que se presumían tranquilos en cuanto a la actualidad madridista antes de afrontar la semana decisiva con la visita a Anfield y el clásico del Bernabéu. Además, el buen hacer del equipo blanco en las últimas fechas, en especial con la goleada al Athletic, hacía ver que la tranquilidad y la calma se habían instaurado en Concha Espina. Sin embargo, esa paz se ha visto alterada por una de las últimas de Casillas, la entrevista que ha concedido a Iñaki Gabilondo.

Huelga decir que no me considero ni anticasillista, ni mourinhista ni nada por el estilo. Mi equipo es el Real Madrid, y todo lo que sea simplificarlo a una persona, será siempre un tremendo error. Partiendo de esa base, reconozco que en los últimos años, mi opinión sobre Casillas ha ido a peor. Me parece el mejor portero que ha tenido el Madrid en su historia, pero fuera de los terrenos de juego deja mucho que desear. Y más viendo que en el brazo derecho lleva un brazalete que le hace ser la cabeza visible de este Real Madrid. 

Podríamos escribir parrafadas enteras sobre lo buen o mal capitán que es, o sobre lo bien o mal que se ha comportado como jugador y sobre todo, compañero. Sin embargo, no me parece justo volver a un tema como este, tan tratado y tan masticado que ya empieza a aburrir. Cada uno es libre para decidir si la forma de actuar de Casillas ha sido la adecuada, o si por el contrario debía haber actuado de forma totalmente distinta. En este caso, y como todo en la vida, no se reduce al blanco y negro, también hay varios matices de grises, y según desde el cristal que se mire, unos lo verán bien y otros mal.

Partiendo de ahí, la entrevista de Casillas es considerada por unos como un torpeza digna de un juvenil, y para otros es el ejemplo de lo que es el capitán del Madrid. Siento decirle a esta gente, que ser capitán del Madrid no es esto. El capitán tiene que hablar sobre el campo, y si pierde el sitio, luchar para recuperarlo como si estuviese empezando de nuevo y no esperar a que sus amigos del cuarto poder inicien una campaña desestabilizadora con todos y cada uno de los han osado estar en contra de la figura por excelencia en toda la historia del Madrid. Lo que si ha logrado el capitán es meter mierda al equipo cuando mejor iban las cosas. Salir ahora para hablar de tus cuestiones personales, de tus fobias, de lo mal que te has sentido, de lo poco arropado que estabas -imagino que a la prensa no la mete en ese saco-, de las filtraciones o de la famosa llamada a Xavi, no sirve de nada.

Tu imagen con respecto a la afición madridista ya no va a cambiar, y eso no es por culpa de Mourinho, Diego López o Florentino. Lo peor de todo es querer lavar tu imagen personal a costa del Real Madrid, equipo para el que trabajas, por el que dices sentir un amor incondicional y al que le has hecho un flaco favor. El verdadero favor, y con el que te habrías ganado el respeto de todos, lo deberías haber hecho hace dos temporadas. En el momento en que Mourinho apuesta por Diego López, tendrías que haber salido a rueda de prensa y decir, delante de todos tus amigos periodistas; "Lo que importa es el Real Madrid, si Mourinho apuesta por mi compañero Diego López, lo que voy a hacer es entrenar fuerte y demostrarle que sigo siendo el mejor portero que ha pisado el Bernabéu. No me gusta ser suplente y voy a trabajar para evitarlo. Por eso quiero cerrar cualquier tipo de debate en torno a la portería. Lo que importa es el equipo, no quién se queda en el banquillo". Sin embargo, no lo hiciste. En todos estos años no has sido capaz de anteponer los intereses del equipo por encima de los tuyos. Por eso, principalmente, estás en esta situación. 

David Marcos
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David Marcos
Conmigo quién quiera, contra mí quién pueda". Un día me hice seguidor del Real Madrid y desde entonces he disfrutado de pasillos, carreras eternas hasta el banquillo para celebrar un gol o voleas gloriosas. Sin embargo, siempre queda en el tintero todo aquello que el tiempo no te ha dejado disfrutar. Por los que se fueron, que no volverán, pero jamás se marcharán.