Las dos caras de la verdad

-Manzanares (Ciudad Real)

Diciembre. Hace frío y llueve. Estamos esperando el bus que nos llevará al Estadio Santiago Bernabéu. La misma rutina cada quince días y desde hace más de veinte años. El rival, el Recreativo de Huelva, no llama mucho la atención pero nosotros vamos a ver a nuestro Madrí, da igual el rival, la competición o la situación del equipo.

Como siempre, me siento al lado de Fernando, mi amigo de la infancia. Aún recuerdo cuando éramos niños y jugábamos a ser Butragueño o Hugo Sánchez en el recreo del colegio. Aún recuerdo lo mal que lo pasamos cuando perdimos las dos ligas de Tenerife y nos consolábamos mutuamente ante un dolor inexplicable. Fernando me tranquilizaba y me decía: "Tranquilo, el Madrí siempre vuelve".

Sin darme cuenta ya llevamos una hora de viaje y para variar, Juanito, el más veterano de la peña, empieza a contar sus batallitas de cómo se vivía el fútbol en sus tiempos mozos  y lo mucho que echa de menos el fútbol de pie, cuando el Bernabéu era una olla a presión y el equipo ya ganaba 1-0 antes de empezar.

Por fin llegamos al Estadio. Hace más frío y llueve que cuando salimos de Manzanares. Toca comprarse un chubasquero porque nuestra localidad debe tener la única gotera del Estadio porque ya lleva tiempo cerrado. Es la típica broma de Fernando.

Noche de perros y el equipo no acompaña. Nos marcan el 0-1 en los primeros diez  pero Fernando y yo confiamos en la reacción del equipo. Poco antes del descanso y calados hasta los huesos, llega otro jarro de agua fría, el 0-2. El público se impacienta y pita al equipo. Poco antes del final del partido, el 0-3. Estoy hundido. De repente, Fernando me mira y me dice : "Tranquilo, el Madrí siempre vuelve". Toca viaje de vuelta con caras largas y llegando a las tantas de la madrugada.

Madrí

"Hola, ¿qué tal? Oye, mañana juega el Madrí y mi hermano no puede venir, ¿te apuntas?", le respondo que no, además es el Recreativo y hace frío, prefiero verlo en casa. Encima, el partido es a las 21:00 horas y un domingo. Perezón. Me pongo a verlo en streaming, con mi pijama y mi tablet para tuitearlo, como hago siempre. El partido se pone feo, 0-1 nada más empezar. Antes del descanso, 0-2. El equipo no da una y el campo empieza a pitar, como siempre. En lugar a apoyar al equipo cuando lo está pasando mal, nuestra afición se dedica a silbar. No entiendo que vayan al campo si no es para animar, la verdad.

Para rematar la faena, 0-3...¡contra el Recreativo! Antes del tercer gol, observo el primer borbotón. Miles de piperos abandonando el Estadio y dejando al equipo solo. No vayan a llegar tarde a casa, qué vergüenza. Al final pienso, menos mal que no fui...

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Comité NYB

Somos el Comité NYB (por ahora, que estamos negociando la renovación y no tenemos cláusula) y como dice el título de nuestra columna no pertenecemos a ninguna corriente madridista. Nuestra única etiqueta es la de madridistas. Amantes de las buenas previas a los partidos y, cuando las obligaciones lo permiten, a las copas posteriores. Ni damos lecciones de nada ni las pedimos, sólo mostramos nuestra opinión.