Las renovaciones son para el verano
Como siempre que las cosas van bien dadas en el Real Madrid, sale a la luz el debate de las renovaciones para garantizar el futuro de un equipo que apunta a escribir una página de oro en la historia blanca. En las últimas semanas se ha insistido en la ampliación de contrato de hombres como Sergio Ramos, Jesé Rodríguez o el propio Carlo Ancelotti.
Nadie pone en duda los grandes méritos de los anteriormente mencionados y el deseo de todo el madridismo de que continúen en Madrid. Sin embargo, no parece que en mitad de la temporada y con todos los títulos por disputar sea el mejor momento para sacar a relucir este tema. Las brillantes últimas semanas del equipo en juego y resultados no deben llevar a errores que pueden costar muchos años y millones solucionar.
La política del club en este sentido siempre ha sido acertada. Debe ser a partir de junio cuando se valore realmente los frutos del trabajo de unos y otros, en función de los resultados obtenidos durante el curso. Así sucedió con Luka Modric y Nacho Fernández el pasado verano, que vieron premiado su gran papel con sendas ampliaciones. Una estrategia que debe continuar para no caer en trampas como los “contratos vitalicios” de la etapa de Calderón.
Caso aparte es Sami Khedira. El alemán sí se encuentra en la obligación de resolver su futuro inmediatamente ya que el próximo mes de junio termina su vinculación con el Real Madrid. Khedira se convirtió en una pieza clave durante la etapa de Mourinho y solo las lesiones le han restado protagonismo. Un futbolista que siempre ha realizado una labora crucial en el esquema táctico, ahora en la sombra por la incógnita sobre su posible marcha al Bayern de Munich.
Las dudas de Khedira el pasado verano y el espectacular momento de hombres como Isco o James han colocado al campeón del mundo en una complicada situación. Ya nadie parece echarle de menos en el equipo e incluso Ancelotti envió un claro mensaje dejándole en el banquillo de Ipurúa para apostar por el talento del ‘23’.