Los cojones de Lucas
Semana convulsa. El Madrid decía adiós a la Liga frente al Atlético, pero lo que más dolía no es que se perdía sino cómo se hacía. Sin actitud, sin garra, sin lucha, sin cojones. Y así llegaba el partido ante el Levante, con bajas, pero con muchos jugadores que querían demostrar que valen para este Real Madrid, y así brilló con luz propia Lucas Vázquez.
El canterano se ha ganado por derecho propio el favor de la afición. No le faltan ganas, pero sobre todo, y más importante, no le falta calidad. El año pasado ya lo demostró en el Espanyol, antes en el Castilla. Lucas es desborde, electricidad, pero también ayudas defensivas, esas ayudas que tanto echaba de menos el madridismo.
Después de un principio de temporada en el que llegó a ganarse un puesto dentro del esquema de Benítez, con Zidane ha tenido que volver a empezar de cero. Pero sus ganas de luchar por este escudo no le han dejado tirar la toalla y, hoy por hoy, es uno de los futbolistas más necesarios sobre el césped.
Porque eso es lo que queremos, ver que los jugadores dejan todo sobre el campo, que no se cansan de correr. Que dejan eso: los cojones. Porque eso es justamente lo que necesita este equipo si quiere conseguir la Undécima. Compromiso, raza, corazón y también: cojones, los que pone Lucas Vázquez.