Los intensitos se escaparon vivos
La música de la Champions League sonó en el Calderón y el Real Madrid se reactivó, mostrando una versión muy diferente a la de su última visita liguera. Europa es diferente y los de Ancelotti pusieron contra las cuerdas a un Atlético al que perdonaron la vida, sobre todo en la primera parte. Solo la sobresaliente actuación de Oblak privó a los blancos de ganar y ahora afrontarán el partido de vuelta con un peligroso e inquietante resultado.
Inquietante sobre todo por Casillas. El guardameta volvió a hacer la de Lisboa aunque esta vez, para su fortuna y la de todos los madridistas, el balón no acabó en la portería. Es difícil despejar bien por alto cuando se sale con miedo y con los ojos cerrados. Así es imposible. La eliminatoria no permite errores y el más mínimo fallo defensivo puede costar el pase a semifinales.
Con la llegada de la primavera, las altas temperaturas y la fase decisiva de la competición continental, este Real Madrid es otro. Nada tiene que ver con aquel que comenzó el año deambulando como un cuerpo sin alma. La Orejona es esa motivación que despierta en el club blanco una gusanillo desde sus aficionados hasta los jugadores. El próximo miércoles será día de previa, de esperar al autobús en Concha Espina y de un Bernabéu vestido con sus mejores galas. El Madrid no puede fallar a pesar de la peligrosidad de un 0-0 en el encuentro de ida, resultado que Mourinho enseñó que siempre da ventaja al local. Los intensitos, con el marrullero de Raúl García y el perdonado Mandzukic a la cabeza, buscarán sacar al Madrid del partido con sus técnicas de cinturón negro. Ancelotti, ganador a los puntos en su batalla táctica con Simeone, deberá mover piezas tras la absurda baja de Marcelo por acumulación de tarjetas. El italiano tendrá su examen final. Continuidad o despido. Así de fuerte, así de real.
Lisboa jamás tendrá revancha, pero un nuevo zambombazo a la línea de flotación atlética terminaría con esas majaderías de 'bestia negra' y demás chorradas. Para los rojiblancos una eliminación podría significar el fin del 'efecto Simeone'. Un punto y aparte en una época en la que el Atlético volvió a tutear al Real Madrid, aunque para su eterna desgracia el partido más importante de su historia siempre será el de la 'Décima'. La vida es dura.