Mentiras y robos, nada nuevo

"Cristiano no renovará" adelantaba el Diario AS en primicia allá por diciembre del 2012. Así lo titulaba: "Cristiano ya es consciente de que el club no hará nada para tratar de que recupere la alegría (...) Cristiano se marchará libre en junio de 2015". El periodismo y las informaciones del AS parece que riñeron hace bastante tiempo con la verdad. Curioso que el mismo que redactó esa errónea información –Manu Sainz- sea el mismo que ahora se cuelgue la medalla de anunciar hace unos días la renovación del portugués.

El mejor jugador del mundo tiene que estar en el mejor club del mundo, y así se ha oficializado. Firma hasta 2018 estando "extremadamente feliz, en casa", y agradeciendo el apoyo de los aficionados, para desgracia de muchos.

Era la única piedra que faltaba por colocar en un engranaje difícilmente mejorable. En teoría, claro.

La renovación del luso no tapa las carencias en este arranque liguero de un Madrid que se diferencia del de la temporada pasada -donde perdió ocho puntos en las cuatro primeras jornadas- en tener un portero de los de verdad. Sin ser facultoso en desviar balones con la mirada ni elevarse como santo a ojos de los periodistas patrios. Y es que en vez de tejer con amiguismos una titularidad cantosa, le ha dado por parar. Y joder como para. Ocho paradas, cuatro de ellas mano a mano, que alejan al Madrid del tormentoso déjà vu del año anterior. Salvadoras paradas que no frenan la campaña atentatoria contra el gallego, claro está. Roberto Gómez explicaba que "la derrota del Madrid es por culpa de Diego López, que hace dos cantadas en los dos goles". En fin.

Los dos primeros puntos de diferencia con el Barcelona, que como nos tiene acostumbrados hace ya mucho, sigue cantando por victoria todo lo que juega rodeado de un ambiente casposo lleno de polémica.

"El Barça es un gran equipo, pero cuando no puede ganar tira de otras cosas. Lo ve todo el mundo, se han pasado 20 segundos y todos lo han visto. Ahora hay que trabajar y seguir, esto ha sido un robo, pero no se puede hacer nada", declaraba Fernando Navarro al final del partido. Monchi lo calificaba en Twitter como "Asco no, lo siguiente". La razón: Gol anulado inexplicablemente al Sevilla y gol de la victoria del FCB sobrepasando lo añadido por el árbitro.

Desfalco que ya se une a la lista que ocupan en cuatro de los últimos seis partidos del FCB: el Atlético de Madrid –tanto en la ida como en la vuelta- Valencia y ahora Sevilla, como damnificados de los cuatreros blaugranas.

Mentiras y robos. Nada nuevo.

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autor

Francisco José Reina

Conato de maestro. Un pasional y crítico madridista extremeño articulista y colaborador en EM7. Eterno viajero de sueños e ilusiones desde la vieja Augusta Emérita. El indomable y salvaje anarcomadridismo trombólico que surge en el último suspiro de un segundo. Eso debe de ser el Madrid.