Molestias
El Real Madrid salió del Etihad Stadium con molestias. Primero las físicas de Cristiano y Benzema y después las de un peligroso 0-0 que deja un sabor agridulce en el conjunto blanco. Los de Zidane hicieron méritos para llegar al Bernabéu con ventaja en la eliminatoria, pero la falta de definición y un sobresaliente Hart impidieron que los merengues se llevaran la victoria. 90 minutos separan al Madrid de llegar a la finalísima de Milán. Esta vez no hará falta una remontada, vale con ganar por la mínima y eso ya es un paso adelante respecto a los cuartos.
Los blancos dejan de un lado la épica y el Bernabéu rugirá en lo que será la primera final de Champions League. Luego quedará la de verdad, pero la primera batalla por la Undécima el Madrid se la jugará en casa y ante su público. Podría haber sentenciado, pero todo el mundo hubiera firmado a principio de temporada, y hace un mes también, llegar a la vuelta de semifinales en esta situación.
No se hablará de los dos posibles penaltis que no señaló Çakir. Ni siquiera se analizarán esas jugadas polémicas en la mayoría de medios nacionales. No, porque el Madrid no se puede quejar del arbitraje nunca. O al menos eso dicen los eruditos en este tema, aunque sin saber muy bien en base a que. Mientras, queda para la imaginación del aficionado lo que hubiera pasado sin en vez de vestir de azul oscuro Bale y Lucas Vázquez hubiesen llevado una camiseta azulgrana.
En una semana, segundo y definitivo asalto. Con o sin Cristiano. Con o sin Benzema. Quizá con Cristiano en plan Cid, ganando batallas sin poder correr o incluso metiendo miedo y quedándose otra vez fuera de la convocatoria. Lo importante es que el Madrid tiene el sueño de la Undécima al alcance de su mano. Primero hay que llegar a Milán y la capital de España será la última escala. Que suenen desde ya los tambores de guerra.