No me gustan los parones invernales

Se suele decir que año nuevo, vida nueva, pero ante el Celta vimos a un Madrid al que estamos algo acostumbrados últimamente; algo ramplón, con dificultades para crear peligro contra equipos bien organizados, pero aun así, capaz de sacar adelante una nueva victoria gracias a las ganas de Jesé y Bale, y a la sempiterna hambre de CR400.

¡Ojo! no fue un mal Madrid, pero le costó demasiado recuperar sensaciones tras 17 días sin partido oficial, el gran problema con el que se encuentran muchos equipos tras el parón invernal.

¿De verdad sería tan difícil tener un calendario al estilo Premier League? La verdad es que son muchos los años que llevo haciéndome esta cuestión. Los equipos no perderían forma física, el desgaste tampoco ha sido tan grande como para unas vacaciones y además las fechas invitan a que los aficionados puedan disfrutar más de cerca de sus ídolos. Asimismo no estaría mal el adelantar partidos y prescindir de tanta acumulación de jornadas entre semana, más aún siendo año de mundial.

Como nos suele pasar, no sabemos vender nuestra liga; no sólo por no imitar a la mejor liga del mundo, sino porque ahora plantamos al menos un partido al día entre liga y copa durante el mes de enero. Resultado: Sobredosis de fútbol y sobretodo de minutos. Al menos se podría aprovechar la navidad para dejar finiquitada la Copa y que los equipos puedan luchar con algo más de relajación por sus respectivos objetivos.

Pero como hay que intentar ser positivos en este comienzo de año, confiemos en que tantos partidos consigan que en el Madrid, Benzema pierda esos gramos de la Navidad francesa o ceda el puesto al hambriento Jesé, que Bale recupere la forma de hace 2 meses para que Di María se centre más en ser el revulsivo que en hacer gestitos, que al genio Isco le aparezca la constancia, y cómo no, que el físico respete a al gran faro del equipo, Xabi Alonso, recién renovado por el Madrid. Y qué decir de Cristiano Ronaldo, al que poco o nada hay que pedir y al que dedicaré este espacio la semana que viene pase lo que pase en la gala del Balón de Oro, porque él ya es oro puro para el madridismo.

autor

Emilio Caballero

Periodista. Director y editor de USA Sport Passion. Amante del deporte de nacimiento y del fútbol sin disfraz. Manhattan es el reflejo de caos, orden, pasión, estrés y sueños, el espacio perfecto para escribir ante un folio en blanco.