Obsesionados con Mourinho
21 de julio de 2015 y siguen hablando de Mourinho. Cualquier excusa es buena para soltar bilis y cargar contra el luso. Ahora algunos se esconden tras unas declaraciones del entrenador del Chelsea sobre el mercado y la situación del fútbol en Portugal. Claro que entre los nombres de Oporto, Imbula, Sporting... aparece el de Iker Casillas, el protegido y niño mimado de gran parte de la prensa patria. Si pudieran hasta prohibirían pisar España al exentrenador del Real Madrid.
¡Y menos mal que el pobre Mou esta vez no dijo nada! Solo opinó que el sueldo del veterano portero "es increíble". Declaraciones sacadas de contexto, y con mala baba, para atizar al de Setúbal. La Asociación de Periodistas Amigos de Casillas, de luto desde la marcha del guardameta, buscan argumentos hasta en '50 sombras de Grey' para convertir en mártir a San Iker. Claro que la desesperación lleva a dejarse en evidencia con facilidad y es que si alguien tiene potestad para hablar del fútbol luso ese es José Mourinho, nombrado mejor técnico de la historia de su país.
Hace años que Mourinho se ha convertido en la piñata de la prensa deportiva. Al principio solo fue un daño colateral en la guerra contra Florentino Pérez, pero finalmente se convirtió en la diana preferida gracias a la ayuda de pseudomadridistas y piperos. Lo que pasa que por muchos palos que dan no acaban de recibir los caramelitos y mientras se van cumpliendo una a una las profecías del malvado don José.
Mourinho merece vivir en paz. Fue el despertador en uno de los momentos deportivos más complicados en la historia del club blanco. Eso siempre estará ahí, luchó y acabó con el mejor Barcelona de la historia. Es pasado, y probablemente futuro, del Real Madrid. Lo mismo que Casillas pero con una diferencia, el excapitán no perdonó ni un euro y cobró los dos años de contrato que tenía firmados.
Esta guerra de trincheras que ya traspasa fronteras viviría su clímax con un enfrentamiento entre Chelsea y Oporto en la próxima edición de la Champions League. Todos será cuestión de que las bolas caprichosas de la UEFA quieran. Mientras tanto algunos ya han optado porque la realidad no estropee un buen titular.