Recogida de lo sembrado

En realidad Florentino presidía la final de la Euroliga en Madrid porque sabía que, la baza para contrarrestar el alirón del Barça en Liga, pasaba por el alzamiento de la Novena en el Palacio. Un título que posibilitaba la posposición del fichaje estrella que pasara a un segundo plano las alabanzas al ganador de la competición regular, herramienta, como sabemos, muy de Florentino. De hecho, estaba tan contento el presidente con la prórroga que le brindó el equipo de Laso, en cuanto al lanzamiento de cualquier noticia que pusiera al Madrid en la primera plana, -que tendría que poseer por conquistar el título del que gozó una diferencia cuantiosa de puntos y de estados de forma-  que olvidó preguntarse si el triunfo de la sección de baloncesto pasó por apostar por un proyecto que, tarde o temprano, estaba condenado a la excelencia o, de lo contrario, por ceder ante chantajes que autorizaban la quiebra de un propósito fundamentado. Aunque, a decir verdad, de poco hubiese servido. El Barça de Luis Enrique se alzó con el título de Liga contra el mismo adversario con el que perdió, hace un año, el título que ayer celebraban.

El Atlético de Madrid fue un equipo cuya actuación en el partido ocasionó que los hijos colchoneros preguntaran a sus padres el “papá, ¿por qué somos de la Juve?”, ya que el graderío, jubiloso y satisfecho, entonaba cánticos a favor de su equipo; es decir, de cualquier conjunto que sea adversario del Madrid. Volviendo al tema que nos atañe, ni el superávit invernal de la BBC ni el empuje de un récord de victorias histórico, impidió que el mediocre tramo final de Liga del conjunto de Ancelotti imposibilitara ganar lo que hoy se contabiliza como el sexto campeonato liguero perdido en siete años. En esta ocasión, con el portero que todos exigen, con el entrenador con los que todos se sienten a gusto y con la paz social -evidentísima- que se respira en Chamartín. El Madrid fracasando en fútbol y dominando en baloncesto. O dicho de otro modo, recogiendo los frutos que se han sembrado

autor

Francisco José Reina

Conato de maestro. Un pasional y crítico madridista extremeño articulista y colaborador en EM7. Eterno viajero de sueños e ilusiones desde la vieja Augusta Emérita. El indomable y salvaje anarcomadridismo trombólico que surge en el último suspiro de un segundo. Eso debe de ser el Madrid.