Ultras Sur y el Pipabéu
Dos años de discrepancias, peleas, riñas y enfrentamientos. Dos facciones de Ultras Sur enfrentadas por motivos económicos y por el control del grupo hacen sonar las alarmas y levanta especulaciones en torno al futuro del grupo.
En un comunicado oficial, en Facebook, exponen su visión del asunto. Resumidamente, las nuevas generaciones jóvenes indomables con ideologías mucho más extremistas, manejados por los cabezas pensantes del asunto- pretenden derrocar a los líderes históricos para vender a Ultras Sur. Cuentan que los mismos que están debilitando a la agrupación guardan relación con el Frente Atlético. La mecha hacía tiempo que sólo necesitaba un chispazo para estallar. Y así sucedió. Después de amenazar al responsable de US en varias ocasiones, fueron al bar de reunión de éstos, el conocido Drakkar de Marceliano de Santa María a 50 metros del estadio- en el Real Madrid Real Sociedad iniciando así una auténtica batalla campal donde las botellas y los navajazos componían la bélica escena.
El acto sirvió de fractura definitiva entre las dos facciones. Unos y otros, por internet, iniciaron campañas mediáticas sobre los subjetivos buenos y malos de la película. El Madrid, atento a todos los sucesos, mantuvo una reunión con el cabeza visible de Ultras Sur el pasado jueves para poner las cartas sobre la mesa: o hay paz social o adiós a la grada. Dos semanas de plazo o cierran los cerca de 800 asientos de detrás de la portería pasándolos a localidades accesibles a todo el público.
Una auténtica pena. Ultras Sur se postraba como único medicamento que paraba la enfermedad que siempre ha sufrido el Bernabéu, la de no animar. Imaginar un estadio con unas ensordecedoras caídas de cáscaras de pipa debe de amedrentar a cualquier rival, seguro.
Todos los que detestamos el Pipabéu y apostamos por un infierno como estadio, alentador y ligado al esfuerzo de los jugadores esperamos que esto se solucione rápido. No sólo por Ultras Sur, sino porque la paz social generaría que el proyecto de ampliar el fondo sur siguiera su curso. Los 800 pasarían a ser 2800 asientos que ocuparían Ultras Sur, Orgullo Vikingo, Bersekers, La Clásica y compañía. Es imaginarlo y empiezo a correrme.