Vana elocuencia
El madridismo, aquí también en Cataluña, se alegra hoy más que nunca de tener un Real Madrid número uno en el mundo una vez más. No saben cómo destruirnos nuestros rivales, aún se han de inventar nuevas trampas y triquiñuelas para destronarnos como institución deportiva. No sólo eso, si no que, amigas y amigos madridistas, nuestro club ha cerrado el ejercicio 2014/15 con una cifra de ingresos totales de 660,6 millones de euros, un 9,4% más que en el ejercicio anterior. Esta cifra incluye las plusvalías obtenidas por el traspaso de jugadores.
Ese factor es el que mas duele a equipos como Manchester United, acostumbrado a reinar en el mundo de las finanza deportivas gracias a su extensión como marca aprovechando las numerosas colonias, de dudosa colonización, que Inglaterra había tenido por el mundo. Ese imperialismo deportivo no le ha servido para nada cuando el Real Madrid se actualizó a nivel de marketing y empezó a reinar ya hace muchos años atrás. Lo demuestran de nuevo las cifras, que siempre son la base de una salud ejemplar en la gestión deportiva. Y es que el Real Madrid ha incrementado el patrimonio neto en 41,6 millones de euros, hasta alcanzar los 412,1 millones de euros. El endeudamiento neto se ha situado en 95,8 millones de euros, lo que representa 0,5 veces sobre el resultado de explotación y 0,2 veces respecto al patrimonio neto.
Un golpe de efecto al mundo después de haber sido criticados por la prensa mundial por una supuesta chapuza de nuestro departamento burocrático. Pero si pensamos con criterio y sentido común se nos hace muy complicado entender que un club chapucero sea puntero en el mundo y consiga cada año optimizar mejor sus recursos y aumentar su patrimonio. Sin embargo, el deporte de erosionar a pedradas la imagen del Real Madrid parece que está de moda.
No quisiera de este modo ni ser presidencialista ni ser más papista que el Papa de Roma. Lo que es evidente es que la perspectiva del tiempo y de los días ponen a cada uno en su sitio y sabemos -de buena tinta-, la mayoría de los aficionados al club más grande del mundo, que el Real Madrid es una entidad seria y que siempre aboga por llevar una gestión cumplidora, puntual, formal, exacta, recta, minuciosa, veraz y escrupulosa.
Lope de Vega me viene a dar la razón con aquello que en su momento aseveró: "un inocente es mejor que toda vana elocuencia".