Viaje a la eternidad

"No hay Madrid de fútbol o de baloncesto, hay Real Madrid. Una camiseta blanca, un escudo redondito y muchas Copa de Europa" 

(Juanan, @Van_Palomaain - 29 de noviembre de 2012)

 

Juanan, madridista fallecido en el trágico accidente ferroviario de Santiago, no imaginaba que esa frase iba a inspirar a tantas personas, ni que iba a ser el encabezado del artículo más importante en la vida de un humilde plumilla. Lo cierto es que su recuerdo y su sentimiento sigue alimentando la creatividad de cientos de personas, con muchas de las cuales no intercambió palabra o tuit alguno.

El madridismo es grande y universal también por estos gestos. Cada uno siente y vive este amor de una forma especial, porque jamás existirán dos madridistas iguales. Este sábado, a las 20:40 horas, cuando suene el himno de la Champions en el Estadio Da Luz, no habrá casillistas ni mourinhistas ni pijameros ni piperos, solo existirán madridistas repartidos por todo el mundo que tendrán el corazón en un puño por el sueño de la 'Décima'.

Cierto es que el día a día del Real Madrid es propio de un guerracivilismo extremo, del cual todos forman -formamos- parte. Pero la grandeza de este club también reside en la unidad mostrada ante los momentos duros y las grandes citas. La de Lisboa será una final para el recuerdo, sea cual sea el marcador final. El camino a la gloria o el infierno se decide en tan solo 90 minutos de juego. Doce años después, el Real Madrid está en su sitio, y el Atleti, por sorpresa aunque merecidamente, se ha colado en la fiesta. Los de Simeone amenazan con ser el particular 'Freddy Krueger' de Lisboa y teñir de rojo todos los sueños blancos y puros. 

Por su parte, el Real Madrid solo tiene que creer y mirar a los ojos a su afición. Te podrán ganar por fútbol, pero jamás por orgullo y cojones. Eso es lo que piden los seguidores a sus jugadores. Motivación no va a faltar, es una final de Champions League, ante el eterno rival de la ciudad y al fondo de la batalla está la ansiada 'Décima'. Hace menos de siete días, la 'Novena' se escapó en baloncesto y con ella la posibilidad de hacer un doblete europeo que jamás nadie ha logrado en la historia. No pasa nada, si alguien lo conseguirá en un futuro, ese será el Real Madrid.

Lo realmente admirable será la invasión de madridistas en tierras lusas. La tierra de Cristiano, Coentrao, Figo y Mourinho es el marco perfecto para el derbi de todos los derbis. Pasarán los años, pero todo el mundo recordará con añoranza y emoción aquella final de la Champions League en Lisboa. Todos los aficionados se pueden sentir unos privilegiados por ser testigos de un acontecimiento histórico que aparecerá en todos los libros de fútbol en las próximas decadas e incluso siglos. Y es que en Da Luz, el Real Madrid tiene la oportunidad de ganar la madre de todas las guerras, porque el viaje a Lisboa no es uno más, es el viaje a la eternidad.