Opinión

Este fichaje sentenciará a Rodrygo

Este fichaje sentenciará a Rodrygo
Rodrygo Goes, Real Madrid
© foto de David Torres Alcazar
Ieri alle 21:00Portada
de Jorge Cascón
Opinión de Jorge Cascón, redactor de Bernabéu Digital

Puede que quede un poco de impaciente, pero esto es el Real Madrid. Porque están llegando informaciones de que Rodrygo Goes está mejorando su actitud, que Xabi Alonso le observa de cerca y mil historias por el estilo. Por otra parte, este tipo de noticias -no es crítica a los periodistas que las mencionan- suelen ser bastante habituales cuando empieza una temporada, un nuevo entrenador... Y, sin poner en duda que el brasileño pueda estar tratando de dar un vuelco a su situación en el equipo, permíteme que dude ya de que esto pueda cambiar tanto como para que merezca la pena no pensar en una venta. 

Sobre todo por lo que se antoja como una ruptura entre el jugador y la afición. Los madridistas han tenido que ver durante toda una temporada a un futbolista por debajo de su nivel que, para colmo, venía anteriormente de poner en duda su futuro porque no le gustaba jugar en 'x' posición o vete tú a saber qué otra pataleta. Para mi es claro: Franco Mastantuono va a ser la sentencia de Rodrygo. 

Porque el argentino es un chico joven que llega con toda la ambición del mundo, y quiere que el inicio de su carrera en el Real Madrid no deje indiferente a nadie. Muy difícil tendrá que ser que no nos maraville a las primeras de cambio. Y, oye, aunque yo abogue por una venta de Rodrygo, también creo que si se queda seguirá siendo un efectivo muy valioso. Todavía es joven y puede revertir su situación. Porque el mayor acierto, probablemente, ya lo ha dado el Real Madrid con el fichaje de Mastantuono. 

Hasta ahora, Rodrygo no tenía ningún tipo de competencia. La banda derecha es suya por falta de un futbolista que claramente deba tener ese puesto. Qué bien le va a venir tener una competencia que eleve el suelo competitivo del puesto. Quizá sea lo que necesite Rodrygo. Paradójicamente, Mastantuono puede ser su verdugo, pero también su salvación en un Real Madrid donde la paciencia quizá haya llegado demasiado lejos.