Ilusión desbordante y justificada

Es inevitable tener un ánimo diferente después de la llegada de Xabi Alonso al banquillo del Real Madrid. Creo que todos suponíamos que el tolosarra era aire fresco. Pero la realidad es que viendo su presentación el pasado lunes, muchos nos vinimos más arriba de lo esperado. Tiene un mensaje muy claro y directo. Sabe donde está y, en la teoría, conoce como manejarse. Es, además consciente de que lo primero que debía recuperar era la conexión con una afición decepcionada tras esta temporada. 

LOS MOTIVOS DE LAS BUENAS SENSACIONES

Ya no es solo su mera presencia y el mensaje que transmite. Es que a todo ello se suma que desde la directiva se ha reaccionado. Lo que hace unos meses parecía un imposible, ahora es cada vez más real. La defensa ha sido reforzada con dos perfiles ideales como Huijsen o Alexander-Arnold. Carreras y Nico Paz parecen ser los siguientes en el horizonte, e ir a por un centrocampista tampoco está descartado. Ya no es solo por el Mundial de Clubes. Definitivamente, se han dado cuenta de las fallas que tenía esta plantilla. Y, sinceramente, esto no me puede gustar más. 

Los que llevamos un año diciendo que este Real Madrid necesitaba cambios, ahora nos sentimos comprendidos. No se cuál es la razón exacta por la cual en el pasado no se quiso hacer este tipo de movimientos, pero la realidad es que, antes o después, han ido llegando. Desde 2009 no había un verano tan movido en las oficinas del conjunto blanco. Una etapa dorada ha finalizado pero, a cambio, parecen venir tiempos felices con mucho madridismo en vena. Con un entrenador nuevo y moderno, y con fichajes perfectos para la plantilla, permitidme tener una ilusión desbordante y unas ganas tremendas de que arranque ya el Mundial de Clubes.