Mucho ruido desde fuera, pero el Real Madrid sobrevive al caos
Que el ambiente en el vestuario del Real Madrid no atraviesa su momento más feliz no sorprende a nadie. Hay jugadores que miran a Xabi Alonso con cierta desconfianza, y no me refiero precisamente a secundarios, sino a algunos pesos pesados. Pero este parón de selecciones, con la pausa obligada que supone en el día a día por Valdebebas, quizá nos haya venido bien para observar todo con algo más de perspectiva.
Porque, por si alguno sufre de amnesia repentina, esto no es nuevo. Con Ancelotti pasaba (Arda Güler, por poner el ejemplo más reciente). Con Zidane, también (con el propio Vinicius, sin ir más lejos). En el Real Madrid siempre hay futbolistas que sienten que el entrenador no les da lo que merecen. Y, mientras tanto, el equipo sigue tirando del carro. Los resultados acompañan a Xabi: sí, es verdad que la derrota en Anfield y el empate en Vallecas dejaron un regusto amargo, incluso preocupante, pero el balance general sigue siendo positivo.
El Real Madrid es líder de LaLiga y está entre los ocho mejores de la fase de liguilla de la Champions. Si mantiene ese puesto, se librará de esos dieciseisavos envenenados que la UEFA ha inventado y que le obligó a medirse al Manchester City el pasado curso.
¿Que hay cosas que corregir? Pues claro que las hay, evidentemente. Nadie dice lo contrario. El equipo tiene momentos en los que se desordena, en los que no presiona, en los que no se carga el área… Errores que ya se van repitiendo demasiado. Pero, siendo honestos, ¿quién no habría firmado este escenario en pleno agosto? A veces se nos olvida que, en el Real Madrid, el ruido pesa más que los números. Y ahora mismo los números, aunque imperfectos, siguen del lado de Xabi.